(C) 1997 COOPERACION INTERNACIONAL EN TECNOLOGIAS AVANZADAS, (C.I.T.A.) SL
Antecedentes
Desde Mayo de 1992 hemos estado preparando con la agregaduría militar de Madrid, de la que son titulares el Coronel Mayor Feng Liesun y el Comandante Lin Bahoua, el viaje que, por fin, ha sido realizado del 7 al 14 de Julio de 1994, visitando las ciudades de Pekin y Shanghai y relacionándome con docenas de personas y personalidades previamente seleccionadas, unas a criterio de la institución que me cursó la invitación, y otras, entre las que destacaban algunos distinguidos profesores de universidad y responsables de redes telemáticas científicas, a iniciativa mía.
El principal objetivo era el de intercambiar información, conocimientos y experiencias sobre criptología moderna y seguridad en ordenadores y telecomunicaciones con el Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales de China, sin renunciar a proponer y promocionar cualquier futura colaboración tanto con ésta como con otras instituciones chinas.
Para ello había recopilado abundante software y documentación, gran parte de la cual había sido enviada previamente por valija diplomática.
Así, los compañeros y superiores del Comandante Lin se fueron interesando por mis actividades docentes y profesionales, y durante su último viaje a Pekín concretó mi futura visita, destacando cuáles eran las tecnologías conocidas por mí de mayor interés para sus compatriotas: Multimedia, Sistemas Sun Microsystems (Catalist), Comunicaciones Telemáticas y, por supuesto, Criptología (especialmente para firmas electrónicas).
A su vuelta, en Febrero de 1994, me comunicó las anteriores conclusiones, me pidió que fuera preparando material actualizado al respecto, y poco más tarde me hizo llegar una invitación oficial con la que solicité en la Universidad de Alcalá permiso y apoyo económico para viajar a China.
Gracias al acceso a Internet del que disfruto como alumno de doctorado del prof. Dr. José Luis Morant en la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid, me ha sido posible preparar este viaje con múltiples contactos por correo electrónico, docenas de interesantes archivos sobre el estado de la tecnología en China, y participación activa en los grupos de "news" relacionados con todo ello.
He de agradecer al Consejo Social de la Universidad de Alcalá, y al departamento de Matemáticas y Ciencias de la Computación al que pertenezco, el haberme concedido una ayuda para pagar parte del viaje, y a la jefatura de estudios el haberme permitido realizar los exámenes de las asignaturas "Lenguajes Científicos y de Gestión" y "Proyectos de Ing. Electrónica" de las que soy responsable, a primeros del mes de Junio.
Con el propósito de tener bienes y servicios que ofrecer a mis futuros interlocutores en China, me puse en contacto con todo tipo de personas, empresas e instituciones que pudieran estar interesadas en una representación por mi parte.
Viaje a Pekín, Jueves 7 de Julio
A las 10 de la mañana, tal y como habíamos acordado, fui con mi reducido equipaje a la embajada de China en Madrid, en la que el Sr. Lin tenía preparado mi visado, pasaje, y los consejos personales y profesionales que debía de tener más presentes en China. Tuvo la gentileza de acompañarme en su coche oficial al aeropuerto.
El vuelo desde Madrid salió con unas dos horas de retraso debido a un colapso del tráfico aéreo en Barajas, por lo que tras un viaje de 18 horas de vuelo, dos largas escalas en Bruselas y la isla de Bahrein, y el desfase de 6 horas, llegué a Pekín sobre las 15:30 de la tarde del Viernes, y lamentablemente, no fue ya posible aprovechar ese día para iniciar ningún tipo de contacto profesional, sino sólo para descansar en el Hotel Zhaolong, familiarizarse con el ambiente y las costumbres chinas, y meditar sobre la extensión, complejidad y riqueza del país más poblado del mundo, que me disponía a conocer y apreciar.
Me recibió muy amable y atentamente el Teniente Coronel Li Zhenchum, acompañado del Coronel Wang, quien habla el japonés y un poco de inglés, y con quienes tuve mis primeras conversaciones en China. El Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales puso a nuestra entera disposición un elegante y discreto Mercedes 230-E con un hábil y paciente chófer. Al día siguiente, Sábado, el Sr. Li me llevó a visitar la Gran Muralla y la tumba del emperador, y me fue explicando el programa que se había preparado para el Lunes, y la mejor forma de comunicarse con mis futuros interlocutores.
El húmedo calor, y los cambios de temperatura durante el largo viaje desde Madrid me afectaron con una pequeña gripe que me duró Sábado y Domingo, y aunque también pude visitar la Plaza de Tiananmen y la Ciudad Prohibida el Domingo, utilicé gran parte del tiempo para descansar en el Hotel Zhaolong, y para preparar las entrevistas con el Sr. Li, que me dedicó toda su atención y gran experiencia diplomática y militar para ayudarme a comprender las cosas más importantes, y las pequeñas sutilezas con las que lograr futuros éxitos en China. Algunas frases de mi amigo Li, llenas de sabiduría, será muy difícil que se borren nunca de mi memoria, pero tal vez no sea menos importante la cuidada forma con las que expresaba conceptos nada fáciles de entender para un occidental, haciéndolo siempre sonriente y con toda la paciencia que mi torpeza y fogosidad necesitaban.
Durante ese fin de semana, y de una forma completamente imprevista, también tuve ocasión de conocer en el hotel a Yvette Beoutis, diplomática de la Embajada del Perú en Pekín, quien me relató anécdotas y puntos de vista de la colonia diplomática residente en Sanlitun. Me llamó la atención la sencillez y nobleza de su modo de vida, y el que normalmente en Pekín se desplazasen en bicicleta muchos diplomáticos de carrera residentes en la zona reservada para ellos en Sanlitun. Siento no haber recibido ningún tipo de respuesta a mis dos cartas dirigidas a la embajada española en Pekín, aunque empiezo a estar acostumbrado a ser ignorado por nuestros diplomáticos, independientemente del interés que mis actividades y publicaciones hayan despertado desde hace tiempo en los de otros países.
Por fin, el Lunes por la mañana nos desplazamos al Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, en donde me recibió un Coronel, dos doctores, y tres técnicos, con los que matuve una conversación de unas dos horas y media, o tal vez más porque perdí la noción del tiempo abordando distintos aspectos de la Criptología, Seguridad Informática y diversas Tecnologías, como multimedia, telecomunicaciones, etc, con la perspectiva de futuras colaboraciones. La conversación se desarrolló principalmente en español debido al escaso dominio del inglés por parte de mis interlocutores, pero tradujo magníficamente el Sr. Li, quien se había preparado el vocabulario y el sentido general de mi exposición técnica con la lectura de algunos artículos sobre la materia que le había facilitado el día anterior. Lamentablemente, en el instituto no me proporcionaron tarjetas con sus nombres, pero todos ellos sí tienen mis datos, un disquete con software público, e incluso una copia de una cinta de vídeo sobre protección radioeléctrica de ordenadores (tempestización) sobre el que manifestaron un vivo interés.
Conscientes de la dependencia tecnológica china en sistemas de información, los técnicos se interesaron no sólo por la seguridad lógica de los sistemas, sino muy especialmente por su seguridad física. En este sentido, yo me había anticipado a sus inquietudes preparando días antes de salir de viaje información sobre sistemas tolerantes a fallos y de alta disponibilidad. Les expliqué las diferentes arquitecturas de ordenadores para conseguir seguridad aumentada, y les informé de la disposición del mayor fabricante norteamericano especializado en este área, Stratus Computer, para instalar equipos críticos en China, tal y como había hablado días antes con su director general en España, Pedro Arellano.
En menor medida, me pidieron información técnica y opiniones fundadas sobre sistemas de tiempo real, como ENCORE o Silicon Graphics, y arquitecturas especiales, como las vectoriales o de paralelismo masivo. En este sentido tuve la sensación de que tenían alguna curiosidad, conocían alguna instalación de ordenadores tipo Cray, pero que no estaban próximos a tomar decisiones de compra, o a influir en ellas con su opinión. En cualquier caso, conocían con cierto detalle estándares UNIX, y en especial, el Enhanced Security de los Unix System Laboratories, ahora de Novell, y les interesó la formación que sobre la matería yo había tenido la suerte de adquirir durante el verano de 1992, pero sin presionar en ningún momento para intentar acceder a una información delicada, al menos más allá de lo que yo quise contarles.
En cuanto a la tecnología multimedia, aunque no me hicieron ninguna demostración, me manifestaron que, en líneas generales, se consideran altamente competitivos en sus proyectos y desarrollos, si bien tenían dificultades para acceder a información actualizada de suministradores de la tecnología básica, como puedan ser Microsoft o los fabricantes de tarjetas Sound Blaster, por ejemplo. En este punto coincidimos en que si las dificultades de los desarrolladores de países como China o España son muy grandes, y es necesario hacer grandes desembolsos por elementos técnicos y documentación que pronto queda obsoleta, tampoco son pequeños los problemas de las empresas que en los Estados Unidos tengan que competir con los líderes. Comprobé que estaban muy bien informados de lo que eran las llamadas no documentadas en Windows, y de la agresiva política de Microsoft en relación con las prácticas monopolísticas.
Unos días antes, concretamente el Miércoles 7 de Julio, el periódico de gran tirada "China Daily" había sacado en primera página el siguiente titular: "Copyright violators face imprisonment", y me había permitido ofrecerles el recorte en el que puede leerse que "los violadores del Copyright en China pueden tener que afrontar hasta un máximo de siete años de cárcel si cometen algún delito greve, según una ley promulgada ayer en China". Y el artículo continúa diciendo que "además, los infractores también tendrán que indemnizar conjunta o separadamente y serán confiscados todos sus beneficios ilegales, de acuerdo con la `Resolution on Punishing Crime of Copyright Violations' que había sido adoptada por la máxima autoridad legislativa del país ayer". Anteriormente, la legislación sobre Copyright china sólo preveía medidas civiles contra los infractores, y ahora habría penas de cárcel de hasta tres años para quienes hagan grandes beneficios de la piratería (huge profit) y hasta 7 años para los extremadamente grandes beneficios (extremely huge profit), aunque la ley parece no distinguir claramente la diferencia entre uno y otro.
Sobre este punto, los técnicos del Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales y yo iniciamos una interesantísima discusión. Ellos deseaban saber qué medidas permitían, a mi juicio, proteger mejor el software de la piratería informática. Y con mucho gusto, yo les expliqué la técnica utilizada por nosotros en algunos desarrollos muy sofisticados, que sólo necesita una clave para ser productivo, con lo que se garantiza el pago de la licencia y el registro del usuario, y les describí algunos efectos contraproducentes de la judicialización de la actividad informática de los que habíamos tenido conocimiento en la Asociación para la Prevención y Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informática y Comunicaciones Avanzadas (APEDANICA), de la que soy presidente.
También les comenté la utilidad que tendría para los científicos chinos el contar con la colaboración y la experiencia de Antonio Rubiños, que ha importado libros rusos desde hace más de 30 años, suministrando al mismo tiempo revistas especializadas y todo tipo de documentación a interlocutores en la antigua Unión Soviética, y editando y coordinando actualmente el ambicioso proyecto de la versión española de la Enciclopedia de las Matemáticas de la Academia de Ciencias de Moscú. Les informé del ofrecimiento de Antonio Rubiños para centralizar en su organización la adqusición de documentación técnica y científica.
El Sr. Li me había comentado poco antes que a él le parecía que el software de criptología y firmas electrónicas que les había hecho llegar desde Madrid no había podido ser instalado correctamente, por lo que me extrañó que no se me pidiera otra copia, una demostración, o ayuda técnica, pues todo ello me hubiera sido relativamente sencillo gracias al ordenador portátil que me llevé, y que causó admiración entre mis interlocutores chinos en las escasas, pero muy ilustrativas ocasiones en que fue utilizado en público para realizar demostraciones o bien simplemente para leer información recibida por correo electrónico.
Lamentablemente, esta entrevista, que en principio era el objeto fundamental de mi viaje, no pudo ser plenamente aprovechada, pues según me informó posteriormente el Sr. Li, el especialista en Criptología (o "mima" en Chino, como acabamos por denominarla), con el que sí hubiera podido trabajar en aspectos más concretos de la colaboración, recientemente había caído gravemente enfermo de cáncer. Según parece, mis interlocutores sólo habían tenido acceso a una pequeña parte de la documentación y de los disquetes que previamente habían sido enviados desde Madrid, por la valija diplomática de la embajada, a otro departamento de este mismo Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales.
Después de despedirnos, regresamos al hotel y el Sr. Li tuvo la amabilidad de concertarme una entrevista en el Instituto de Física de Altas Energías de Pekín (IHEP), en cuyo centro de cálculo nos recibió el Dr. Xu Rongsheng, con el que mantuve en inglés una interesantísima conversación de unas dos horas, principalmente sobre el presente y el futuro de la red científica china, y me proporcionó acceso a Internet para entrar en el ordenador de la Facultad de Informática de Madrid. El Sr. Li se quedó maravillado sobre cómo me era posible leer y contestar el correo electrónico exactamente igual que si el ordenador al que suelo conectarme en Madrid estuviera en esos momentos en Pekín, aunque con cierta lentitud en el tecleado y visualización de los caracteres debido a que la línea de comunicación digital es de sólo 64 Kbps.
Esta visita al centro de cálculo del IHEP había sido preparada previamente desde Madrid con la Srta. Wu Ling, una joven operadora de correo electrónico que se ha hecho muy popular en la red Chinanet por lo desenfadado de sus mensajes, siempre provistos de una singular simpatía y frescura, y que días antes ya me había cursado una invitación formal.
Por cierto, gracias a mi correo electrónico pude comprobar allí y ese mismo día que en el hotel Zhaolong no me estaban pasando las llamadas telefónicas, ya que varios interlocutores chinos habían intentado localizarme en Pekín y se les había dicho que no tenían registrado a ningún cliente con mi nombre. Esta imperdonable negligencia y absoluta falta de profesionalidad de la telefonista del Hotel Zhaolong me impidió, por ejemplo, poder hablar allí durante esos días con el chino residente en Suiza Sr. Li Ming (ming@litsun.epfl.ch), o contactar con la Srta. Zhao Ping, que el Sr. Xianhua (xianhua@uhunix.uhcc.hawaii.edu) me recomendó por dirigir una prestigiosa revista china de ciencia y tecnología, y a la que no dudaré en proponer hacer un reportaje sobre el Dr. Xu Rongsheng en el Instituto de Física de Altas Energías, destacando naturalmente su importante papel en las comunicaciones telemáticas chinas, y otros méritos que acumula en su brillante carrera científica.
Por supuesto, le dejé varias copias en disquetes con programas y textos al Dr. Xu Rongsheng, quien me aseguró que no sería nada difícil encontrar programadores chinos capaces e interesados en adaptar este software español a los ideogramas chinos, y me mostró lo sencillo que resulta superponer un programa residente especial para que un programa tan convencional como el Procomm permita utilizar el teclado y la pantalla con ideogramas chinos, por ejemplo, con el correo electrónico.
Aunque el IHEP no está especializado en comunicaciones, sino en física fundamental, concretamente en el descubrimiento y seguimiento de nuevas partículas subatómicas, como también hace el CERN europeo pero con mucho más modestos recursos, en estos momentos es el nodo principal de las comunicaciones telemáticas científicas de toda China, lo cual se debe, en gran parte, a las excelentes relaciones que se mantienen con la universidad de Stanford. El acuerdo actual de interconexión telemática por X.25 está financiado al 50% por cada parte china y norteamericana, con una ayuda, a modo de patrocinio, de la AT&T.
Respecto a la criptología y la seguridad informática, el Dr. Xu Rongsheng me confesó que, al menos de momento, no les causaba grandes preocupaciones por su uso exclusivamente científico, pero me señaló que estaba en contacto con algunos especialistas en la materia, especialmente dedicados al álgebra computacional, entre los que se encuentra el profesor Chang Yigun, del laboratorio "Info Security" de China (lois@bepc2.ihep.ac.cn), con quien trató de ponerme en contacto mediante una llamada telefónica, pero en ese momento no fue posible localizarle.
Finalmente, el Dr. Xu Rongsheng y yo conversamos sobre las posibles colaboraciones entre la institución que él representa y las universidades españolas. Le hice saber que el profesor José Luis Morant, Jefe de Estudios y Vicedecano de la Facultad de Informática de Madrid, y a quien me honraba en representar como director de mi tesis doctoral, estaba abierto a futuras colaboraciones técnicas, académicas y científicas. Le mostré el esquema de la red local y las conexiones telemáticas de la Facultad, con lo que fácilmente comprendió lo útil que podríamos serle confiándonos algunos de sus problemas y proyectos.
Del IHEP fuimos directamente al lugar acordado para cenar con los altos mandos del instituto, a las 18:00, y curiosamente no fue posible quedarnos allí debido a uno de los frecuentes cortes en el suministro de energía eléctrica que afectan durante horas a grandes barrios de Pekín. Sin embargo, la alternativa gastronómica fue excelente, ya que, en un amplio salón privado, cenamos espléndidamente con singulares especialidades de la cocina china más selecta.
El comité del instituto lo encabezaba el Coronel Mayor Hou Gang, según se me informó, muy próximo a ser ascendido al generalato, y con altas responsabilidades en la coordinación de las agregadurías militares de China en todo el mundo, quien con su inteligente sentido del humor, gran dominio del inglés, y muy alto nivel de información técnica e internacional, dirigió la agradable velada que mantuvimos en compañía de otros seis miembros del mismo instituto, uno de los cuales era quien me había recibido por la mañana, y sintetizó para los presentes los principales contenidos de dicha visita.
Esa misma noche fue cuando conocí al Coronel Zhang Chegming, secretario general del instituto, quien me acompañaría al día siguiente, Martes, a visitar su ciudad natal, Shanghai, haciendo gala de un excelente español aprendido en las embajadas de China en Argentina y Cuba. Junto al Teniente Coronel Li, tradujo docenas de intervenciones relativas al valor estratégico de la tecnología criptológica en las relaciones internacionales, que se entremezclaron con otras que el Coronel Mayor Hou Gang y yo nos hacíamos directamente en inglés, muchas veces con un gran entusiasmo, e incluso con agudeza, crítica y perspectiva.
El tema de la guerra electrónica en países menos avanzados tecnológicamente nos ocupó durante gran parte de la cena, y mis interlocutores agradecieron el informe que para la ocasión había elaborado D. Alex Lawson, de la empresa de seguridad tecnificada aab Secursystems, del que se hizo cargo el Sr. Li.
Como no podría ser de otra manera, la reciente y súbita muerte del presidente de Corea del Norte, y su conflicto internacional por la supuesta disponibilidad de material nuclear para fines militares, fue objeto de más de un comentario, tanto por mi parte como por la de varios miembros del Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales de China.
Aunque al principio les extrañaron alguno de mis puntos de vista, principalmente los basados en el análisis de la información que presumiblemente hayan conseguido los servicios secretos sobre los avances en física nuclear en países sospechosos, rápidamente comprendieron el peligro que en todas partes del mundo supone el uso indebido de información por un lado, y la imposibilidad de acceder a ella por otro. Expliqué también lo que entendía por "blanqueo de información", y la diferencia que como criptólogo aprecio entre la información, de la que cabe obtener indicios, y la documentación, de la que cabe esperar pruebas concluyentes.
La reunión se cerró con la generosa entrega de un obsequio que me hicieron, la distribución de disquetes por mi parte, y la realización de múltiples fotografías cordiales.
El Teniente Coronel Li, una vez más, me acompañó al Hotel Zhaolong, y me hizo magníficos comentarios sobre todo lo sucedido desde que nos habíamos conocido, quedando para salir al aeropuerto a las 6 de la mañana del día siguiente, en la que al abandonar el hotel, el instituto corrió con casi todos los gastos de mi alojamiento, con la sola excepción de alguno de los más personales y simbólicos.
Viaje a Shanghai, Martes 12 de Julio
En el aeropuerto, el Sr. Li y yo nos dimos cuenta de que existía un malentendido respecto a mi billete de vuelta, ya que erróneamente habían supuesto que partía de Shanghai, por lo que sería necesario adquirir un billete más de Shanghai a Pekín en el mismo vuelo que continuaría después hasta Madrid. El Coronel Zhang Chegming tuvo la cortesía de adquirirlo para mí en nombre del instituto, ahorrándome así unos 110 dólares y unas gestiones poco menos que imposibles para un extranjero en China.
Al llegar a Shanghai, tras sólo hora y media de vuelo sin incidentes dignos de mención, nos recibió el Sr. Ma Lin Gang, de la Oficina Municipal para Asuntos Exteriores de Shanghai, acompañado del chófer de una lujosa y amplia furgoneta Chevrolet de la que dispusimos hasta el momento de mi partida hacia Madrid.
Durante la comida y gran parte de la tarde estuve conversando en inglés con el Sr. Ma Lin Gang, quien me sugirió que le llamase Philip, sobre posibles formas de colaboración con la institución que él representaba. Para ilustrar la situación y la actividad de Shanghai, salimos en la furgoneta para recorrer los grandes núcleos industriales y financieros de la ciudad, el puerto, y las colosales obras civiles que se están construyendo allí.
A lo largo de este recorrido el Coronel Zhang Chegming y Philip me fueron descubriendo e interpretando el carácter de esta amplia y concurrida ciudad, una de las más grandes del mundo, y matizando sus diferencias con Pekín. Pude apreciar un cierto paralelismo con la polarización entre Madrid y Barcelona, la capital en el aspecto político y administrativo, y la otra mucho más orientada al industrial, comercial y financiero. Philip manifestó un creciente interés por la representación de la empresa de ingeniería ALATEC, y por su capacidad de coordinar proyectos en China. Me pidió dos copias de la documentación de que disponía, y se ofreció para buscar oportunidades de negocio a la altura de los intereses que, en ese momento, ambos estábamos representando en un protocolo previo de aproximación que deseamos ofrezca buenos frutos en el futuro cercano.
Debido a las grandes diferencias que evidentemente existen entre la organización social, laboral, industrial y económica entre nuestros países, me fue necesario exponer a Philip las razones por las que un profesor de universidad asociado como yo a un departamento de Matemáticas, invitado por un instituto estratégico chino, estaba en condiciones de hablar de negocios, y autorizado por escrito a hacerlo en nombre de algunas empresas con alta tecnología. Sin embargo, después de describirle el papel, al menos desde el marco estatutario, de las Oficinas de Transferencia de Tecnología de las universidades españolas, y la actividad de las escuelas de ingeniería y facultades con dominio técnico de su investigación y desarrollo, este alto funcionario chino se mostró muy confiado en una próxima reunión a mayor nivel, y mucho más vinculante.
También le expliqué que, a diferencia de lo que ocurre en China con la segura financiación de grandes proyectos apoyados políticamente, en España son necesarias grandes y solventes empresas que integren y subcontraten a otras muchas que no pueden asumir los costes iniciales de cualquier gran operación. Este había sido el caso de DISTEL con ALATEC en el desarrollo del sistema de distribución informatizada del pescado en grandes lonjas, como la del puerto de La Coruña, proyecto en cuyo interés para una ciudad como Shanghai coincidimos, y nos comprometimos a trabajar en esa sintonía.
Respecto al Coronel Zhang Chegming, en Shanghai tuvimos alguna ocasión de hablar de temas mucho más delicados aparentemente de lo que a mi juicio son en realidad. Cuando le pregunté si conocía lo que era el CESID, es decir, el servicio de inteligencia español, prudentemente me respondió que tenía algunos contactos personales con coroneles que pertenecían al Centro. Le ofrecí una copia del Glosario de Términos de Criptología que había editado, y del que había recibido permiso escrito del Gabinete Central de Cifra para hacer uso de él. Comprendió perfectamente que era precisamente lo que necesitaban para entender el resto de la documentación y las ideas fundamentales que ya había proporcionado anteriormente al Teniente Coronel Li, y que previsiblemente estudiaría con él.
Cenamos juntos en el mismo hotel y después visitamos a pie algunos centros comerciales típicos de Shanghai, y de vuelta al Hotel Pacific, del grupo Jin Jiang, pude comprobar con todo lujo de detalles lo que se entiende por tortura china. Mi habitación estaba junto a la Oficina de la Compañía de Inversión Inmobiliaria de Shanghai, y durante toda la noche estuve oyendo un aparatoso teléfono y conversaciones en chino que no sólo me impidieron dormir, sino que creo que afectaron gravemente a mi cerebro, tal vez de forma irreversible. Es una auténtica lástima que un hotel tan lujoso y bien decorado tenga habitaciones y oficinas tan juntas, y respete tan poco el silencio de la noche de Shanghai, si es que allí existe.
Al día siguiente, Miércoles 13, visitamos la Universidad de Shanghai Jiao Tong, en donde el profesor Zhu Hongwen interrumpio una junta al más alto nivel para recibirnos, presentándonos al director del departamento de ingeniería electrónica Dr. Gu Shangjie, quien destacó los trabajos de la escuela que él encabeza en el terreno de la criptología. Por ejemplo, el residente en Suiza y doctor por el Instituto de Tecnología de Zurich Xuejia Lai, fue formado en esta escuela, en la que tratamos con los prometedores jóvenes profesores Lihao Xu y Yuhang Yang, quienes nos recomendaron hacer todo lo posible por conocer a otros grandes criptólogos chinos, como los profesores Gouzhen Xiao y Yumin Wang de Instituto de Telecomunicación y Electrónica Xian, así como al Dr. Yixian Yang de la Universidad de Pekín.
Me llamó muy poderosamente la atención que, en lugar de conectarse por el protocolo Internet al IHEP en Pekín, la Universidad de Jiao Tong lo hacía desde Shanghai a un centro científico alemán a través de X.400, y con ciertas dificultades de compatibilidad con el esquema de dominios del correo electrónico en Internet que me impedirían, por ejemplo, utilizar la función "reply" de mi sistema UNIX de "mail".
El propio departamento de ingeniería electrónica de la Universidad de Jiao Tong ha desarrollado un avanzado sistema de correo electrónico con autenticidad y firma electrónica, pero aunque lamentablemente, allí no disponían de otra documentación que no estuviera en chino, quedaron en el compromiso de mantenerme informado de sus logros y publicaciones, de la misma forma que yo les haría llegar los míos, además de ofrecerles como referencias más recomendables en el Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales. Pero al haber estado con nosotros el Coronel Zhang Chegmin, él mismo pudo apreciar lo adecuado y útil que sería mantener el contacto con tan brillantes compatriotas.
Al mismo tiempo que yo estaba hablando de criptología, un informático chino instaló el disquete en un ordenador 486 con Windows, en presencia del Sr. Ma Lin Gang, o Philip, como también acabaron llamándole los informáticos chinos. Llegaron por sí mismos a la conclusión de que se trataba de un software altamente profesional, y que sería de gran utilidad a los programadores de Clipper de toda China tanto si se nacionalizaba como si se utilizaba de la misma forma que otros programas occidentales, es decir, en su versión original pero representando la información con ideogramas en lugar de con caracteres ASCII.
Durante el resto Miércoles 13 de Julio, Philip, el Coronel Zhang Chegmin y pese al cansancio acumulado también yo, aprovechamos todo lo que pudimos el escaso tiempo de que disponíamos antes de que tuviera que volver a Madrid, directamente desde Shanghai, haciendo votos de amistad y porque el destino nos brinde muy pronto prósperas ocasiones de colaborar, y ojalá, de vernos frecuentemente en España o en China._
Conclusiones del viaje
1ª He logrado establecer excelentes relaciones personales con destacados miembros del ejército, la universidad y el alto funcionariado chino.
2ª Dispongo de información estratégica, y de tácticas, para realizar con éxito cualquier tipo de gestión convenientemente financiada en China, aprovechando el canal ya abierto con magníficos interlocutores a través de correo electrónico y el acceso de China a Internet.
3ª Me he formado una idea global de la actualidad china, y muy en especial, de la tecnología en informática y comunicaciones avanzadas, pudiendo utilizar canales de confianza y solvencia para documentar cualquier referencia técnica, científica o comercial allí.
4ª He introducido directamente, y puedo hacerlo con mayor profundidad en el futuro, arículos como los disquetes con software y textos y a las empresas e instituciones que me han confiado, al menos temporalmente, alguna representación de sus bienes y servicios en China.
5ª Estoy en la mejor disposición personal y profesional para continuar y ampliar las iniciativas descritas en este informe, en favor de cualquier interlocutor que desee iniciar alguna relación o introducirse en China a través de cualquiera de los canales abiertos por mí hasta el momento, o de otros que pudieran abrirse en el futuro.
En Madrid, a 15 de Julio de 1994.