En los últimos años, la
proliferación
de operadoras telefónicas y proveedores de ADSL, sus
engañosas
ofertas, y sus incalificables procedimientos para evadir cualquier
responsabilidad,
o su pésima (falta) de atención telefónica ha
provocado
un enorme malestar social. Por una parte, los usuarios queremos lo
mejor
al menor precio, y por otra, los proveedores ejercen una presión
publicitaria,
e incluso comercial directa con auténticos acosos
telefónicos,
para conseguir clientes engañados, que pronto serán
maltratados
e indefensos. Parece ser que en muchos casos están en su derecho
de
interpretar las condiciones contractuales y legales en su favor, pero
los
usuarios indignados también lo estamos para narrar nuestras
historias
tratando de buscar alguna solución, que ya sabemos que no da ni
el
Defensor del Pueblo, ni el Ministerio de Industria, ni la Oficina de
Atención
al Usuario de Telecomunicaciones, ni la Comisión del Mercado de
las
Telecomunicaciones, según puede comprobarse leyendo las noticias
publicadas
en la prensa y citadas más abajo.
¿A alguien se le ocurre por dónde empezar?
(Nosotros ya hemos encontrado una pista)
Tengo el honor de haber sido excluido por Wanadoo de sus listas de
clientes. Al principio, me molestó que Wanadoo resolviera
unilateralmente el contrato que tenía, pero ahora me lo tomo
como un motivo de orgullo profesional que me permite asesorar
eficazmente a quien tiene problemas. Es una de las ventajas de
investigar en temas tan procelosos como el que se anuncia en
http://www.cita.es/metapublicidad
Pero veamos la historiografía del horror telefónico que
vivimos en España:
Europa Press, 08/04/2005 Agradeceremos ideas, sugerencias y contactos para
empezar
a organizar demandas de clase con reclamaciones colectivas de usuarios
de
informática y telemática insatisfechos. Permítanos
estudiar
su caso, y veremos lo que podemos hacer. Juntos, PODEMOS MUCHO
MÁS. Pero por favor, no nos llame
si no está Vd. dispuesto a que le grabemos en una
conversación telefónica en multiconferencia con su
operadora