Todas las personas y entidades deberán actuar en el ejercicio
de sus actividades con imparcialidad y sin anteponer los intereses
propios a los de sus clientes, en beneficio de éstos y del buen
funcionamiento del mercado. En este sentido, deberán ajustar su
actuación a las siguientes reglas:
... 7ª Las entidades, o las personas que en ellas trabajen, no deberán solicitar o
aceptar regalos o incentivos, directos o indirectos, cuya
finalidad sea influir en las operaciones de sus clientes o que puedan
crear conflictos de interés con otros clientes, ya sea
distorsionando su asesoramiento, violando la discreción debida o
por cualquier otra causa injustificada.