Principios de Policiología Forense
Ciencia Policial y Teorías Periciales Críticas
Por Miguel Angel Gallardo Ortiz , Criminologo  y Perito Judicial (POLICIÓLOGO)
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1.- Ciencia Policial o Policiología. Consideraciones generales
2.- Policiopatías o perversiones policiales. Delincuencia policial
3.- Maniqueísmo policial. Sectas e influencias políticas en las Policias
4.- Falsedad, mendacidad y falacias policiales. Refutación pericial
5.- Peritaciones de actuaciones policiales. Informes y dictámenes
6.- Casos controvertidos (actuales) para la crítica policial
7.- Referencias, proyectos y servicios periciales policiológicos
8.- Comunicados del Ministerio del Interior, Policía y Guardia Civil (prensa)
9.- Referencias doctrinales sobre actuaciones policiales (del CGPJ)
y 10.- Datos de contacto, direcciones, teléfonos y faxes policiales útiles con autoridades disciplinarias policiales códigos de ética y deontología policial y normativa policial
En preparación
:
A los Buenos Policías,
de todo corazón.
Y de veras, de verdad.

La Ciencia Policial o Policiología puede ser estudiada desde los más diversos aspectos, ópticas y perspectivas profesionales con diferentes prioridades, momentos históricos y lugares geográficos distintos, en los que se aprecia una amplia variedad no exenta de contradicciones. En lo que sigue enfocaremos nuestra atención sobre las actividades policiales relacionadas con hechos y medios de prueba que puedan ser valorados, criticados o enfrentados con dictámenes periciales, que aquí pretendemos llamar "policiológicos" y en especial, destacaremos la labor del perito que más útil pueda ser a la víctima de una actuación policial injusta. En muchas ocasiones, un policía es la víctima de la actuación policial injusta, por lo que la policiología victimológica puede ser especialmente útil a los propios policías, pero también, y sobre todo, para quienes, sin tener ninguna relación previa, se consideren víctimas de la Policía, o para mayor precisión y exactitud, de algún policía, o de algunos policías indignos.

Se ha de insistir tantas veces como sea necesario en que los policías dignos son las primeras víctimas de los indignos, y deben ser también sus denunciantes. Un mal entendido sentido del compañerismo puede tener consecuencias gravísimas para quien oculta pruebas o dificulta una investigación legal y legítima.

Así, la Policiología puede ser definida como la ciencia que estudia los fundamentos, el arte, los medios policiales y las funciones que desempeña la Policía, como órgano del Estado, que se ocupa del proceso de interacción entre el gobernante y el gobernado en aras de la conservación del orden generado por el contractualismo social en la Constitución y para la mejor protección de ambos. Los sujetos, los objetos, las relaciones y las normas de la Policía, su mejora y tambin su perversión, tanto disciplinaria como criminal, y su interacción con otros profesionales, abren un gran abanico de posibilidades combinatorias hipercomplejas para este estudio policiológico, pero siendo todo, absolutamente todo, opinable, lo interesante aquí es precisar lo que puede ser dictaminado convincentemente por peritos en sede judicial, cómo puede su opinión influir, o no, en el juzgador, considerando la sensibilidad y predisposición a creer o a dudar de lo que haga, diga o escriba cada policía que cada juez pueda tener en cada momento y circunstancia. La receptividad de los jueces hacia los testimonios y las opiniones de los policías es tan variable como también lo es la opinión de los jueces hacia los peritos en general, hacia cada perito en particular, y hacia cada peritaje específico para cada procedimiento judicial.

La Policiología Forense para nosotros trata, por lo tanto, de cuanto puede ser inspeccionado, analizado, deliberado y dictaminado en un procedimiento judicial por un experto cualificado para emitir opinión sobre actividades policiales con consecuencias judiciales. La compleja y cambiante legislación policial por una parte, y por otra la Ley de Enjuiciamiento Criminal que faculta a los peritos para introducir en el procedimiento judicial sus informes y dictámenes, enmarcan legalmente a la Policía Forense. Como no podría ser de otra manera, el dictamen de peritos es uno de los irrenunciables derechos del imputado y en muchas ocasiones su seguridad jurídica puede depender de la eficacia probatoria de cuanto pueda oponer a una diligencia, dictamen, atestado o testimonio policial. Así, la principal utilidad práctica de la Policiología Forense no es otra que la crítica de las actuaciones policiales incorrectas, erróneas, perversas o delictivas, siendo la delincuencia policial el siempre difícil objetivo de la criminología y la criminalística probatoria de delitos policiales.

En rigor, la Policía no delinque nunca, en ningún caso. Los que delinquen son policías que no merecen serlo, y es a la Policía a la que más le interesa siempre el esclarecimiento completo y la prueba forense de cuanto pueda imputarse a cualquier policía, y a todos y cada uno de los policías. Incluso cuando la dirección de personal y asuntos internos se opone a una investigación, un imputado por cualquier delito puede ejercer su derecho a la prueba pericial amparado por la Ley de Enjuiciamiento Civil. Evidentemente, los policías, los sindicatos de policías, las autoridades y la prensa tendrán sus propias opiniones de los peritos, de cada perito, y de cada trabajo de cada perito en cada momento, y por supuesto, también existe lo que el filósofo Xavier Zubiri llamaba "respectividad" entre policías y peritos, y también es importante la vigilancia policial de los peritos, pero respetando cualquier otra intención policial o pericial, aquí sólo se pretende definir, dividir y argumentar sobre la peritación policiológica, entendida como análisis y síntesis, inspección e interpretación, hechos y opiniones, de los expertos sobre la actividad policial.

El maniqueísmo policial suele afectar a los niveles culturales más bajos, dentro y fuera de la policía, porque sólo las mentes más simples limitan la clasificación de los sujetos al binomio amigo/enemigo. Pero también es posible encontrar en los niveles más altos, incluso en comisarios generales y principales de la Policía, o en generales de la Guardia Civil, un cierto sectarismo, visiones y culturas muy partidarias, con relaciones sociales y culturales muy limitadas que hacen imposible el análisis ecuánime, profundo, y cualquier perspectiva científica de la policiología por parte de muchos miembros de la Policía Nacional, la Guardia Civil, policías autonómicas (Ertzaintza y Mossos d'Esquadra), y por lo general, más aún en las Policías Municipales de cualquier lugar de España, por su inevitable exposición a presiones políticas próximas, directas y casi siempre irresistibles. Además, el sindicalismo, que puede ser muy necesario, como un pilar fundamental para la propia seguridad de un colectivo laboral expuesto a grandes riesgos, también puede pervertirse hasta la conspiración delictiva como demuestra la historia del sindicalismo policial en España.

Los delitos de policías tienen una variedad tan amplia como existe en los tipos del Código Penal, porque los policías delinquen como cualquier otro tipo de ciudadanos, pero por delitos policiales pueden entenderse mejor aquellos que se realizan utilizando el cargo, los medios, instrumentos, armas, documentos o información que está sólo al alcance de la Policía. Y también hay comisiones de delitos policiales por omisión, tanto del deber de socorro, como por ocultación o destrucción de pruebas que deberían de aportarse a algún procedimiento judicial, y un policía deliberadamente decide impedir que el juez pueda llegar a conocer la verdad. En estos casos, la labor del perito especializado en policiología puede ser, y cuando se le requere, suele ser trascendental.

Existen numerosos criterios para clasificar los diversos tipos dictámenes policiológicos. Sin pretender ser exhaustivos, la tipología de peritajes sobre actividades policiales puede clasificarse en reconocimientos o constataciones simples, informes más o menos complejos (atestados) y dictámenes periciales, contra diligencias, contra informes o contra dictámenes policiales. También es posible que el peritaje se haga para reforzar una información o una opinión policial. La diferencia entre informe y dictamen está en la limitación interpretativa del primero y en la opinión que manifiesta el experto en el segundo. En principio, una diligencia policial debería constatar hechos documentados o testificados, sin hacer valoraciones por la Policía, aunque es un frecuente error policial el incluir opiniones, a veces muy impertinentes. Sin embargo, los expertos de la policía científica sí que están obligados a opinar aunque sus opiniones estén, o deban de estar más fundamentadas en criterios científicos referenciando métodos, técnicas, teorías y publicaciones científicas con el mayor rigor posible. Lamentablemente, es un frecuente error de la policía científica sobreactuar con prepotencia y desprecio a otras opiniones pretendiendo impedir apodícticamente cualquier posibilidad de refutación. La experiencia demuestra que cuanto más hacen los policías por reprimir las argumentaciones de un perito, más valiosos son sus dictámenes.

De todos los delitos que pueda cometer un policía, el que hace más necesario a un perito auténticamente experto en policiología es el de la falsedad de testigos y peritos, que cuando son policías pueden alterar por completo un procedimiento judicial. Para estos casos, el perito debe construir una pieza de convicción capaz de superar la presunción de veracidad del policía mendaz, enfrentando los hechos con el testimonio falso. Lo más difícil para un perito es evidenciar en sede judicial que un policía está incurriendo en un delito del tipo del Artículo 460 del Código Penal vigente en España, que literalmente dice: "Cuando el testigo, perito o intérprete, sin faltar sustancialmente a la verdad, la alterare con reticencias, inexactitudes o silenciando hechos o datos relevantes que le fueran conocidos, será castigado con la pena de multa de seis a doce meses y, en su caso, de suspensión de empleo o cargo público, profesión u oficio, de seis meses a tres años ". Casi todos, por no decir que todos, los delitos policiales conllevan algo de falsedad, y en todo caso, es imprescindible tener presente ese artículo en cualquier comparecencia para interrogar a los policías sospechosos, y lo que es más delicado aún, a sus compañeros posibles testigos de actos delictivos o palabras en declaraciones falsas.

Para probar la falsedad policial es necesario que el perito policiólogo tenga una buena formación, vocación y elementos (documentos y testimonios), pero también es imprescindible que alguno de los perjudicados por la falsedad policial esté decidido a evidenciarla, y proponga una prueba pericial adecuada. Lamentablemente, muchos abogados son absolutamente incapaces de plantearse una mínima investigación en este sentido. Esa pasividad de los abogados explica, mejor que ninguna otra cosa, que ciertos policías falseadores y falaces prosperen sin ser expedientados y sancionados disciplinariamente, ni enjuiciados por faltas o delitos. Son muy pocos los letrados que pueden presumir de haber llevado hasta sus últimas consecuencias la prueba de una falsedad policial. Algunos peritos lamentamos la pasividad de los abogados en este sentido.

Hay que distinguir entre falsedad, mendacidad, falacia y algunos otros términos como la fabulación o el paralogismo, dependiendo si se trata de contrastar un dato, refutar un argumento u oponerse a una intención de uno, o de más de un policía. Más allá de la dialéctica, la erística pretende llegar a la verdad por medio del diálogo racionalista. Diálogo que no siempre es posible entre la policía y el perito, pero que en algunas ocasiones puede practicarse como careo o ratificación de los informes y dictámenes de los peritos en sede judicial ordenando el diálogo, siempre asimétrico, el juez o el magistrado presidente del tribunal. No es difícil distinguir, tras unos minutos de conversación, al perito que tiene alguna experiencia en refutar argumentos policiales, del que previsiblemente se plegará a la primera contrariedad. La peritación policiológica no es sólo una cuestión de conocimiento, sino también de vocación, integridad y convicción, además de capacidad y recursos técnicos y científicos para hacer que la verdad prevalezca sobre la presunción de veracidad policial.

A continuación, se ofrecen una serie de artículos publicados en prensa con comentarios en cursiva desde una perspectiva policiológica. En primer lugar, se han seleccionado dos referencias, una argentina y otra mexicana para dar una visión internacional del fenómeno policiológico más crítico en general, y a continuación, se ofrecen varios artículos recientemente publicados en España que referencian actuaciones policiales que, en nuestra opinión, deberían de ser mucho más profundamente investigadas, según se comenta a continuación de cada uno.

EDITORIAL de Clarín (Argentina )
http://www.clarin.com/diario/2005/05/14/opinion/o-04202.htm
Consecuencias de los delitos policiales
Con demasiada frecuencia, como sucedió en las últimas semanas, la crónica periodística registra casos de policías juzgados o implicados por delitos.
Se trata de un grave problema institucional porque los protagonistas de esos hechos son precisamente, los encargados de velar por el cumplimiento de la ley. Cuando la Policía no cumple adecuadamente su deber, por falta de recursos o negligencia, la ciudadanía queda expuesta a la inseguridad. Pero cuando los policías cometen los delitos, la ciudadanía es víctima de quien debe protegerla.
De este modo se pierde la confianza en la fuerza policial y en el propio Estado, lo cual contribuye a promover las reacciones de justicia por mano propia y armamentismo privado. Las fallas y delitos de los policías afectan, por lo tanto, las bases de la convivencia social y del respeto por la ley común.
En muchas oportunidades las autoridades policiales reaccionan ante estos casos, con espíritu de cuerpo, tratando de negarlos o minimizar su alcance.
Esta conducta, además de estar en contra de la ley, promueve el desprestigio de las fuerzas en general y de sus elementos honestos en particular.
Con demasiada frecuencia, los delitos son protagonizados por policías. Se trata de un grave problema porque ellos son los encargados del cumplimiento de la ley.


La situación general de la Policía argentina es policiológicamente insostenible.

México Unido Contra la Delincuencia
http://www.coparmex.org.mx/contenidos/publicaciones/Entorno/2001/febrero01/mexunido.htm
...
III Prevención del crimen
La prevención, a su vez, resultará de la erradicación de los factores que hoy son los más criminónegos: la corrupción que quienes precisamente se encargan de la seguridad y la justicia; la existencia de circuitos de ilegalidad; la tolerancia al desorden; la falta de políticas de intervención ante condiciones sociales que propician el crimen; la impunidad; la negación esencial del propósito de las prisiones y la readaptación social.
Para la prevención del crimen, la primera condición es que la policía y el sistema de justicia penal no contribuyan, mayormente por acción, pero también por omisión, a la proliferación de los ilícitos.
Para entonces se habrá logrado erradicar la protección y fomento del crimen por parte de policías; a las redes de corrupción que constituye el poder de hecho en las corporaciones y los esquemas piramidales de extorsión interna y externa; la participación directa de policías en crímenes; las prácticas de "control" o "administración" del hampa; el tráfico con cargos, puestos y medios de trabajo; el tráfico con la justicia en agencias del ministerio público y juzgados; la autonomía de hecho de la policía y la falta de controles gubernamentales y sociales de la misma; la reproducción de la corrupción mediante la perversión del proceso de reproducción de la fuerza policial (selección, reclutamiento, promoción).
La erradicación de las prácticas viciadas se habrá basado en acciones desde etapas muy tempranas de depuración radical, a su vez sustentada en una investigación sistemática, exhaustiva y no reactiva de las redes de corrupción y complicidad; la depuración "natural" como producto de la incapacidad probada y de la resistencia a cumplir objetivos y metas razonables, claramente establecidas; la abolición de las prácticas "institucionalizadas" de protección y fomento del crimen, extorsión interna y externa, el tráfico con plazas, puestos e instrumentos de trabajo; la liquidación de las prácticas autoritarias de intercambio entre políticos y policías de impunidad por incondicionalidad; el rechazo activo a toda negociación con criminales, organizados o no, así como la "amnistía" frente a las prácticas de corrupción.
La erradicación también habrá incluido desde etapas muy tempranas la eliminación de las prácticas de uso de recursos privados para tareas públicas y de recursos públicos para fines privados aunque no sean por sí mismos ilícitos; la eliminación de la autonomía formal e informal de la policía; romper el esquema de reproducción de las redes de corrupción que se ha dado mediante la imposición de lealtades familiares, de vecindad, de amistad, de compadrazgo o de origen regional en la reproducción de la fuerza policial.


México tiene gravísimos problemas policiológicos, y su situación también parece insostenible.

Pero en España, la Policía, la Guardia Civil y numerosas Policías Municipales son noticia por hechos realmente preocupantes, en los que lo más preocupante de todo es la falta de inteligencia, transparencia y capacidad de reacción de las autoridades. Últimamente, la muerte de un ciudadano en el Cuartel de la Guardia Civil en Roquetas ha provocado un conjunto de simulaciones, falsedades y comportamientos políticamente inaceptables, imposibles de juzgar por magistrados o jueces que en lugar de instruir, esperan a que los asuntos se olviden. Por ejemplo, puede leerse lo siguiente:


Diari de Tarragona, 23/08/2005
Antonio Papell
¿Qué pasa en la Guardia Civil?
Según una información publicada el pasado domingo, el alférez a quien la Guardia Civil encargó la investigación interna de la muerte en el cuartel de Roquetas de Mar del agricultor Juan Martínez Galdeano es precisamente uno de los 14 agentes del instituto armado a los que un juzgado de Melilla está investigando por su presunta conexión con tramas de narcotráfico. En definitiva, el oficial en cuestión está imputado en un procedimiento penal por la desaparición de 700 kilogramos de hachís, a consecuencia de dos querellas que fueron presentadas por la Asociación Unificada de la Guardia Civil. Por añadidura, también se ha conocido que la Guardia Civil no ha abierto expediente a esos catorce agentes, como es preceptivo. Esta sorprendente noticia es posterior a la de que el teniente que estaba al frente del cuartel de Roquetas y que tuvo una participación destacada en la muerte de aquel ciudadano quien recibió una paliza había sido objeto de al menos dos denuncias judiciales por malos tratos y abuso de autoridad, que fueron archivadas y que tampoco dieron lugar a investigación alguna. Es patente que algo falla en la dirección de este cuerpo militar con funciones policiales.

Sobre estos mismos hechos, hay múltiples manifestaciones de las que pueden destacarse las siguientes:

Diario Noticias de Álava, 14/08/2005
Kepa Menéndez Pera        
Paralelismos con el 'caso Roquetas'    
La de veces que desde Madrid se ha desmentido la práctica de tortura por parte de las Fuezas de Seguridad-Los mismos medios que en su día desdeñaron la imagen de Unai Romano invocan hoy justicia en Roquetas
Tribuna Abierta
No cabe duda de que si existe una noticia que durante días viene acaparando la actualidad informativa en este caluroso y anodino verano, por encima de incendios forestales, crisis alimentarias, sequías, paseos espaciales y rescates submarinos, ésta no es otra que la que guarda relación con el denominado caso Roquetas. La repercusión que este suceso está teniendo en la sociedad deja tras de sí un reguero de cuestiones que más pronto que tarde deben ser esclarecidas con total rigor por los máximos responsables de la seguridad del país.
Y con razón, porque que un señor entre por su propio pie en un cuartelillo de la Guardia Civil y salga del mismo en un coche fúnebre, es cuando menos para sospechar que a alguno de los allí uniformados se le ha ido notablemente la mano en el desempeño de sus funciones.
Euskadi y sus ciudadanos saben bastante de estas cosas. La de veces que se ha alzado la voz denunciando situaciones similares, de personas que, conducidas ante el cuartel más cercano, han sido posteriormente liberadas sin cargos pero con el cuerpo totalmente magullado, cuando no, como en el caso del agricultor de Roquetas de Mar, trasladadas a la morgue en el furgón mortuorio. Y la de veces que desde Madrid se ha desmentido la práctica de la tortura por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a pesar de los informes de diversas asociaciones internacionales de defensa de los derechos humanos que aseguran lo contrario, de análisis forenses, material fotográfico y demás documentación.
Resulta que ahora todos se llevan las manos a la cabeza por lo ocurrido en la localidad almeriense, por la desmesurada actuación de los agentes, por la negativa de éstos a volver a declarar, por el hecho de que el teniente al mando contara con sendas denuncias por malos tratos, por el oscurantismo del cuerpo militar en explicar lo ocurrido al Ministerio del Interior, por el uso indebido de armas antirreglamentarias, y por más que, sin duda alguna, irá saliendo a medida que avance la investigación.
Aquellos que hasta no hace mucho aplaudían la denuncia presentada por el gobierno de Aznar ante la Audiencia Nacional contra varios directivos del clausurado Egunkaria, tras declarar que habían sido objeto de torturas por parte de la Guardia Civil durante su detención, ahora claman al cielo y piden responsabilidades por lo sucedido en Roquetas. Antes intransigentes con los querellantes, porque según ellos en España no se torturaba, cargan hoy ríos de tinta contra una práctica que consideran inaceptable en un Estado de Derecho. Es más, se afanan en demostrar la culpabilidad de los agentes implicados, en llegar hasta el final, y no desdeñan adjetivo alguno a la hora de descalificar la decisión de la jueza de dejar en libertad a los procesados.
Lo sucedido en Roquetas y la respuesta social y mediática que este hecho está suscitando, bien podría aplicarse a la realidad de Euskadi y al tratamiento que desde ciertos sectores vienen recibiendo las espeluznantes denuncias de ciudadanos vascos detenidos en dependencias de la Guardia Civil. No le quepa duda al lector de que si esto hubiese ocurrido con un joven abertzale, las serviles plumillas hubiesen minimizado su fallecimiento, como muchas veces así lo han hecho, argumentando que el detenido se había autolesionado hasta producirse la muerte. En el caso almeriense, por el contrario, exigen todo tipo de explicaciones y responsabilidades.
Férreamente alineados con los familiares del agricultor en sus concentraciones frente al cuartel de Roquetas, los ahora indignados profesionales de la opinión dirigirían dardos envenenados contra los allegados del joven vasco si éstos osaran manifestarse para, también, pedir justicia. Y no quiero imaginar si de entre ellos alguien esgrimiera un arma e hiciera uso de la misma, aunque ésta sólo fuera de fogueo. Lo que para unos fue una simple chaladura de un viejo nostálgico del régimen, en el caso más cercano hubiese sido aprovechado para difundir que los allegados de los detenidos vascos son todos unos terroristas y que también habría que meterlos de cabeza a la cárcel.
Como puede apreciarse, el tratamiento mediático sería, y de hecho lo es, totalmente distinto. Los mismos medios que en su día desdeñaron la sobrecogedora imagen de la cara de Unai Romano tras su paso por dependencias policiales, sin tan siquiera recapacitar y valorar su testimonio, invocan hoy justicia al saber de la denuncia interpuesta por la familia del agricultor almeriense, nada más visitar ésta el cadáver y comprobar que su rostro, al igual que el del joven vasco, se encontraba completamente irreconocible.
La tortura es un mal que hay que erradicar de raíz, y hace bien el ministro del Interior en solicitar información sobre los casos de muertes y lesiones acaecidas en los distintos acuartelamientos de la Benemérita en los últimos nueve años, cuando el inefable Acebes estaba al mando de los mismos. Aunque, sin pretender caer en la ingenuidad, no estaría de más que ese afán, que tan repentinamente les embarga a nuestros dirigentes por conocer la verdad en un tema tan escabroso como éste, se remontara un poco más en el tiempo y comenzara a hacerse la luz sobre casos que todavía hoy continúan sin ser esclarecidos. Pero, ya se sabe, eso no conviene al gobierno socialista, no vaya a ser que, investiga que te investiga, alguna vieja gloria del partido acabe salpicada por algo que lleva tiempo tapado y bien tapado.


Los antecedentes del anterior artículo de opinión pueden comprenderse mejor leyendo la siguiente noticia:

EL MUNDO, 14/08/2005
MUERTE EN EL CUARTEL / LA REACCION OFICIAL Zapatero destaca la respuesta «rápida y acertada» del Gobierno en el 'caso Roquetas' Afirma que defenderá los principios de «ningún hombre por encima de las leyes» y «tolerancia cero» - El presidente considera que la Guardia Civil «se ha dignificado» al investigar unos hechos «graves»     
Guardia Civil. Muerte del agricultor detenido en Roquetas de Mar (Almería), Juan Martínez Galdeano. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, destaca la respuesta «rápida y acertada» del Gobierno    
LA GOMERA.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, destacó ayer en La Gomera la «prontitud» con la que el Ejecutivo ha actuado en la investigación de la muerte de Juan Martínez Galdeano, unos hechos que calificó de «graves y serios», al tiempo que expresó sus condolencias a los familiares del agricultor fallecido en el cuartel de la Guardia Civil en Roquetas del Mar.
Durante una visita al Cabildo Insular de La Gomera, Rodríguez Zapatero subrayó que la respuesta del Ministerio del Interior ha sido «rápida, transparente y acertada», y que la investigación de los hechos llevada a cabo por la Guardia Civil ha sido «decisiva» y «se ha dignificado» con ello.
Reiterando las palabras que el ministro del Interior, José Antonio Alonso, pronunció durante su comparecencia en el Congreso, el presidente señaló que habrá «tolerancia cero» con hechos como los ocurridos en Roquetas y que ningún hombre estará por encima de la ley.
En su primera declaración pública sobre el caso Roquetas, Zapatero destacó que «el Gobierno ha actuado con prontitud y acertadamente.Con prontitud porque prácticamente a las 24 horas de sucedidos los hechos, y de conocerse la autopsia, se ha tomado la decisión que está a su alcance, y con la exigencia de las responsabilidades provisionales más altas que puede adoptar el Gobierno».
En este sentido, Zapatero dijo que no hay antecedentes en nuestra democracia que permitan «cualquier comparación con cualquier suceso similar de respuesta rápida, transparente y acertada que ha dado el Ministerio del Interior respondiendo a principios que para este Gobierno son esenciales».
En primer lugar, subrayó el presidente, el de «ningún hombre por encima de las leyes, y en segundo lugar, «tolerancia cero en lo que pueda ser vulneración de cualquier derecho fundamental».Y por último, citó, «transparencia y responsabilidad inmediata ante el Parlamento», lo que era «un compromiso» que adquirió en su investidura de que sea en el Parlamento «en donde se traslade, se conozca y se dé toda la información por parte del Gobierno».
Sin pérdida de confianza
En cuanto a si ha perdido la confianza en Carlos Gómez Arruche, director general de la Guardia Civil, Rodríguez Zapatero dijo que «si el Gobierno hubiera perdido la confianza, pasarían cosas distintas de lo que está pasando estos días».
La actuación de los poderes públicos, «no sólo del Gobierno o del ministro del Interior», dijo, «ha sido la actuación que responde a una democracia fuerte», informa Efe.
Subrayó que ha sido la inspección de la Guardia Civil «la que ha puesto encima de la mesa los elementos al Ministerio del Interior para adoptar las decisiones en relación con los agentes que participaron en los lamentables hechos». Por tanto, «creo que la Guardia Civil, siendo ella misma la que ha hecho la investigación, decisiva en este caso para el conocimiento de un principio de certeza objetiva, se ha dignificado».
«Ha vuelto a demostrar que es una Fuerza y Cuerpo de Seguridad del Estado que cumple, que presta un gran servicio a los ciudadanos, y que además es garante de la legalidad. Y garante de la legalidad incluso cuando puede haber algún miembro que haya podido vulnerar esa legalidad desde el punto de vista de su actuación», agregó.
El presidente del Gobierno declaró que en el caso Roquetas la responsabilidad «última» está «en manos de la Justicia», que será «quien determine la verdad material y las responsabilidades, en su caso, con relevancia penal que hayan podido dar lugar los hechos serios, graves, que ocurrieron en el cuartel de Roquetas».
Por último, calificó de «lamentable suceso» la «pérdida de la vida de este ciudadano», a cuya familia reiteró sus «condolencias más sentidas».


Pero las declaraciones políticas no consiguen explicar lo que se ha grabado en un vídeo que la opinión pública todavía no ha visto con sus propios ojos, y tampoco explica por qué no se ha visto ese vídeo, y quién impide que ese vídeo se vea y con qué motivación puede impedir que algo así se conozca. Sobre el vídeo que sí ha visto el Ministro del Interior (y no se sabe quién más y por qué lo ha visto él y no otros), existen, al menos, los siguientes datos, indicios, opiniones y discrepancias políticas: 

Agencias, 13/08/2005
Alonso revela en el Congreso que el cuartel de Roquetas ocultó pruebas del maltrato     
El ministro defiende a Arruche pese a sus palabras «desafortunadas»
El ministro de Interior, José Antonio Alonso, desveló ayer ante el Congreso de los Diputados que desde el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar se ocultaron en un primer momento pruebas relativas a la muerte de un detenido en esas dependencias. Alonso, que compareció ante la comisión de Interior, hizo una cerrada defensa de la actuación del director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, aunque reconoció que sus primeras declaraciones pudieron ser «desafortunadas». Todas las fuerzas políticas aceptaron las explicaciones, salvo el PP, que pidió la dimisión de Alonso.
Madrid.- El ministro del Interior, José Antonio Alonso, respaldó ayer la actuación del director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, a raíz de la muerte de un detenido en el cuartel de Roquetas de Mar (Almería), y desveló que desde ese puesto se omitieron en un primer momento pruebas de lo sucedido.
Así lo expuso Alonso en su comparecencia ante la comisión de Interior del Congreso, en la que detalló la actuación de su Departamento tras conocer la muerte de Juan Martínez Galdeano, el 24 de julio, insistiendo en que su ministerio tendrá "tolerancia cero" frente a cualquier vulneración de los derechos de los ciudadanos.
Alonso, quien en nombre del Gobierno dio las «más profundas condolencias» a la familia del fallecido y mostró su apoyo a la Guardia Civil, defendió con fuerza la actuación de Arruche. El Ministro aseguró que el director general «hizo en cada momento lo que tenía que hacer», aunque admitió que sus declaraciones tras el suceso pudieron ser "desafortunadas".
Sobre la omisión de pruebas, Alonso explicó que el teniente imputado ocultó el uso de dos armas antirreglamentarias para reducir a Galdeano, quien, según recordó, había acudido «por su propio pie» al cuartel para denunciar unos incidentes de tráfico.
Desveló Alonso que las informaciones recogidas por agentes de la Comandancia de Almería, a partir de datos facilitados desde Roquetas, apuntaban a que las cintas de vídeo no recogieron ningún hecho relevante de lo sucedido pues, según se indicó en el cuartel, los momentos de reducción del detenido «quedaban en una zona oculta para la grabación».
Sin embargo, a las 00.05 horas del 26 de julio, el teniente coronel jefe de la Comandancia de Almería remitió a Madrid un informe de urgencia que desmentía esos primeros datos. El informe, destacó el Ministro, indicaba que «visionadas de nuevo las cintas» de las cámaras de seguridad del cuartel, «se observa como», mientras cuatro guardias reducían en el suelo al detenido, que está en ropa interior, aparece de paisano el teniente provisto de una defensa telescópica en una mano y de una defensa eléctrica en la otra. Con ambas golpea al detenido durante dos minutos, al menos siete veces, mientras una agente lo golpea en las piernas con una defensa reglamentaria.
El informe concluía destacando que el empleo de dos armas antirreglamentarias no fue referido por el teniente al comandante ni al alférez de la unidad orgánica de policía judicial. Alonso reveló también que, tras el visionado del vídeo en presencia del teniente coronel y el comandante de Almería, se preguntó al teniente por qué no había comentado el empleo de la defensa eléctrica, a lo que contestó: «de haber sabido de la existencia de estas imágenes, las mismas no las hubiéramos visto hoy».
Relató Alonso que, como responsable político, lo primero que inquirió el comandante jefe de operaciones fue por qué no se había visto la parte del vídeo que recogía la actuación del teniente. Éste le informó, prosiguió el Ministro, de que el 24 de julio, el comandante encargado de la investigación interna y el alférez de la policía judicial acudieron a Roquetas y allí, junto al teniente y a un guardia, implicados en los sucesos, vieron el vídeo hasta el momento en el que, según les aseguraron, ya no se veía más «pues todo transcurre en zona oculta al ángulo de visión».
En ese momento se ordenó a la unidad orgánica de la Policía Judicial que revisara las imágenes, que fueron vistas al día siguiente por un informático y un guardia civil, y fue entonces cuando descubrieron las secuencias en las que se observa cómo el detenido es reducido con golpes y defensa eléctrica por el teniente y ocho agentes.
El ministro también afirmó que las dos denuncias judiciales que fueron interpuestas contra el teniente del cuartel de Roquetas de Mar (Almería) en julio de 2004 y febrero de 2005, y que, dijo, fueron archivadas, no llegaron a conocimiento de sus mandos superiores, por lo que no se pudo investigar ni tomar medidas de tipo disciplinario.
La juez niega estar de baja y estima que el caso «se ha salido de madre»
La jueza Estefanía López Muñoz, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar y encargada del caso, afirmó ayer que el asunto «se ha salido de madre» y se quejó de la falta de medios de su Juzgado.
«El caso se ha salido un poco de madre porque yo no estoy de baja, ni me la he pedido, ni me voy a apartar del caso, ni tengo crisis de ansiedad, ni estoy con estrés ni nada que no tenga una juez de guardia en una localidad de costa cuando está sola», afirmó, desmintiendo de este modo las informaciones publicadas sobre su baja médica a consecuencia de un cuadro de ansiedad. La juez confirmó que el miércoles acudió a un hospital, pero, precisó, fue «por un problema ginecológico».
Mientras, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) emitió una nota en la que puntualiza que el informe forense fue entregado a las partes «tal y como se recibió en el Juzgado», mediante fax. Añade el CGPJ que, posteriormente, se constató que la página siete del informe se encontraba parcialmente en blanco debido, probablemente, a un error en la transmisión. Esa página, tal y como se informó el miércoles, relata posibles causas de la fractura de esternón que causó la muerte del agricultor.
Todos los partidos aceptan las explicaciones salvo el PP, que vuelve a pedir la dimisión
El portavoz del PP, Ignacio Astarloa, reiteró la petición de dimisión al ministro del Interior, José Antonio Alonso, tras las explicaciones dadas por éste sobre lo ocurrido en Roquetas, mientras que el resto de los grupos mostró su confianza ante la gestión del caso.
Todos los grupos parlamentarios agradecieron la información dada por Alonso, a excepción del PP, aunque algunos pusieron en entredicho la actuación y declaraciones del director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche.
Astarloa dijo que Alonso no había respondido a las cuestiones planteadas por su grupo. Precisó que el PP pide su dimisión, al igual que lo hicieron hace unos meses con motivo de la detención de dos militantes del PP a raíz de una supuesta agresión al ministro de Defensa, José Bono, durante una manifestación contra el terrorismo.
El resto de los portavoces de los grupos parlamentarios insistieron en la necesidad de que haya "tolerancia cero" con los agentes que maltraten a los detenidos y pidieron reformas legislativas para prevenir esos casos.
La afirmación hecha por el Ministro de que la cadena de mandos y los políticos desconocían que el teniente de Roquetas tuviera otras denuncias anteriores por malos tratos, hizo que los portavoces de IU, Mixto, ERC y PNV demandara medidas preventivas y reformas por parte del Ministerio para evitar que esto sea posible.
En representación de CiU, Josep María Guinart preguntó por el uso de porras eléctricas en otros cuarteles y se mostró interesado en saber si el Gobierno tiene previsto generalizar la presencia de cámaras de vigilancia en todos los centros policiales.
El portavoz de ERC, Agustí Cerdá, defendió que el mensaje de la comparecencia debería ser la unidad de todos los grupos en la "tolerancia cero" frente a casos de tortura. El portavoz del PNV, Emilio Olabarría, destacó el comportamiento "regular" de Interior en este caso y criticó el «carácter militar» de la Guardia Civil, que, dijo, «no es el más adecuado para un cuerpo cuyas funciones son las de policía judicial y policía gubernamental». Insistió Olabarría en la existencia de casos de tortura en España y advirtió al Gobierno de que «no baje las defensas» para su erradicación.


Todas las explicaciones y opiniones de políticos, abogados, policías y miembros de la Guardia Civil pueden ser muy respetables, pero lo que no puede admitirse es que ese vídeo no pueda verse. El conjunto de personas que sí lo han visto forman un colectivo que, en nuestra opinión, debería de ser especialmente investigado. Así lo hemos manifestado al Subdelegado del Gobierno en Almería y a la Delegación del Gobierno en Andalucía, así como a numerosos periodistas que parecen resignarse a no poder ver el vídeo.

Pero siempre es peligroso investigar a la Policía y a la Guardia Civil. En muchas ocasiones, el denunciante es objeto de otras denuncias, como puede verse en la siguiente noticia:

EL MUNDO, 14/02/2005
FERNANDO LAZARO
Detienen al sargento que denunció corrupción en la Guardia Civil de Melilla    
José A. acusó el pasado mes de enero a 15 compañeros pertenecientes a la plantilla de la Policía Judicial de integrar una mafia policial y ahora le culpan a él de estar relacionado con el narcotráfico     
MADRID.- ¿El cazador cazado o una trampa para tapar una conspiración? La Guardia Civil ha detenido a un sargento del Instituto Armado que recientemente había denunciado en los juzgados la existencia de una mafia policial en Melilla. Primero fue la Asociación unificada de la Guardia Civil (AUGC) la que, avalada por los datos proporcionados por este sargento, presentó una querella criminal contra 15 integrantes del Instituto Armado.
Posteriormente, fue el propio sargento el que presentó una denuncia en Lorca (Murcia) contra los mismos querellados en la Audiencia Nacional. Como ya adelantó EL MUNDO, el sargento José A. denunció a, al menos, 15 integrantes de las plantillas de Policía Judicial de Melilla y de Almería. Aseguró que se habían apropiado de más de 700 kilos de hachís durante una operación de narcotráfico, concretamente una que se llevó a cabo a finales de 2003. La operación fue bautizada como Palmera.
El sargento presentó la denuncia el pasado mes de enero. La Asociación unificada de la Guardia Civil denunció estos mismos hechos en la Audiencia Nacional el pasado mes de noviembre.
El magistrado Ismael Moreno, al que le correspondió por reparto decidir sobre la querella, estimó que la Audiencia Nacional no era competente y la remitió al decanato de los juzgados de Melilla para que decidiera quién se hacía cargo de la investigación de los hechos.
En Lorca, el juzgado de instrucción está realizando las primeras indagaciones.
El denunciante había estado destinado en la unidad orgánica de Policía Judicial de Melilla. Tanto el sargento como la AUGC detallaron con precisión quiénes eran los agentes de Melilla que, presuntamente, habían perpetrado actuaciones ilegales en el marco de distintas operaciones contra narcotraficantes.
El sargento, incluso, aportó algunos documentos al juzgado y dio las claves para obtener más informes internos que permitían probar sus denuncias.
Sin embargo, algo más de un mes después de presentar la última denuncia, la Guardia Civil ha detenido al denunciante. Le acusa de narcotráfico, de tener relaciones con narcotraficantes y de haberles proporcionado información sobre las investigaciones que el Instituto Armado realiza sobre ellos.
Se da la circunstancia de que la actuación contra este agente se centra también en la denominada operación Palmera. La Guardia Civil ha encontrado ahora a un marroquí que ha declarado contra el sargento. Este marroquí se ha convertido en testigo protegido.La denuncia basada en el testimonio de este ciudadano magrebí es bastante posterior a que trascendiera la intención del sargento de presentar denuncias contra sus antiguos compañeros. Según expertos en la lucha criminal es bastante sorprendente que en este tipo de investigaciones aparezcan marroquíes, dos años después, dispuestos a declarar contra los que les investigaron.
Para la defensa del sargento, éste es un dato que revela claramente cómo esta operación es un montaje con el que se trata de tapar la corrupción denunciada por el agente en Melilla. Además, considera que de esta manera, los denunciados han tratado de restar credibilidad al testimonio de José A.
«Tu marido es un bocazas»
La Guardia Civil, además de detener al sargento que denunció corrupción policial en Melilla, capturó también a su mujer. Después de tomarle declaración el juez la dejó en libertad sin cargos. Mina explicó a este periódico que durante el registro de la vivienda del guardia, un teniente destinado en la Policía Judicial de Melilla intentó acceder a la vivienda. Las autoridades judiciales no se lo permitieron. Este oficial aparece tanto en la querella presentada por la AUGC en la Audiencia Nacional como en la denuncia del sargento ahora detenido, como uno más de los presuntos implicados en esa mafia policial.
Fue el teniente quien se encargó de trasladar desde Almería a Murcia a la mujer del detenido, a su casa. Según explicó Mina, en el registro los agentes no encontraron «nada, ni droga ni nada». El abogado del sargento también dijo que no se había localizado nada de droga en la vivienda. El miedo de la mujer del sargento José A. era que durante el registro, en lugar de encontrar algo, «le colocaran algo». «Creo que lo que buscaban eran documentos que pudiera tener José y que le pudieran servir para demostrar sus denuncias».
Mina explicó que en el viaje, el teniente de Melilla le presionó y le dijo que esto se había producido porque, según ella explicó a este periódico, «mi marido era un bocazas».


Es muy sospechoso que casi siempre que hay evidencias de corrupción haya también quien presuma de conocerlas, sin haber hecho nada para denunciarlas. Y quien las denuncia, suele pagar un alto precio. Aunque a veces, la investigación empieza cuando un policía muere, como es el caso de la siguiente noticia:

EL MUNDO, 12/01/2005
PABLO HERRAIZ / LUIS F. DURAN        
Corrupción policial Asuntos Internos seguía a los policías Corrupción policial. Las actividades de los dos agentes implicados estaban siendo investigadas     
Madrid. Asesinatos. Mafia policial. Asesinato del agente de Policía José Manuel Alvarez Pacios en Vicalvaro. Las actividades de los dos agentes implicados estaban siendo investigadas El departamento de Asuntos Internos mantenía abierta una investigación sobre las presuntas actividades ilícitas cometidas por los policías de la comisaría de Leganés José Manuel Alvarez Pacios, de 48 años, y José M. C., de 45. Se les seguía por hechos ocurridos en esas dependencias policiales. En concreto, se temía que utilizasen los archivos para difundir información policial confidencial a terceras personas, según fuentes policiales. Esta investigación estaba en curso en el momento que se produjeron los hechos de la semana pasada que acabaron con la muerte de uno de los dos policías.
Fue el pasado miércoles cuando el agente José Manuel Alvarez y otras tres personas más acudieron a Vicálvaro para tratar de secuestrar a unas personas de etnia gitana. Pero el tratar de reducir a una de sus víctimas, José Manuel Alvarez perdió su revólver. María de los Reyes Escudero lo cogió y apretó el gatillo.
A los dos días del crimen, José M.C., fue arrestado por encubridor y cómplice de la trama de intento de secuestro. Pasó el fin de semana pasado detenido, prestando declaración.
El fiscal que lleva el caso pidió el ingreso en prisión del agente de la comisaría de Leganés, pero el juzgado decidió ponerlo en libertad. En la actualidad se encuentra inhabilitado, sin su placa ni su arma ni sus demás accesorios.
Este agente ya fue condenado a seis años de inhabilitación por un delito de prevaricación, según explicó anteayer el jefe superior de policía de Madrid, Miguel Angel Fernández Rancaño.
Su compañero de patrulla fallecido tenía negocios con varios clubes de alterne, en los que ejercía como jefe de seguridad y metía a trabajadores a los que contrataba.
Visita a Leganés
Por otro lado, el delegado del Gobierno, Constantino Méndez, visitará esta mañana la comisaría de Leganés, donde estaban destinados los dos agentes implicados.
En la visita a las dependencias de la avenida de la Universidad, le acompañará Fernández Rancaño. Ambos transmitirán al comisario y a los demás funcionarios de la comisaría el apoyo del Cuerpo Nacional y de la Delegación del Gobierno.
Quieren llevar el mensaje a la comisaría de que la gente sigue confiando en ellos y en su buen trabajo, aunque tramas de corrupción como la de estos días oscurezcan la labor de todo el cuerpo.Con esta visita pretenden motivar a los funcionarios, que se han llevado un buen disgusto al conocer las actividades de sus dos compañeros.
Además, el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez, lamentó ayer los «fenómenos de corrupción» que se han producido en la comisaría de la localidad, aunque precisó que sería injusto que la situación particular de estos dos funcionarios empañase la labor de una comisaría que, según alegó, «funciona correctamente, es eficaz y cuyo equipo de mando es gente estupenda», informa Europa Press.


El interés político por algunas actuaciones policiales permite ver algunas veces el cúmulo de irregularidades que en otras ocasiones resulta completamente imposible conocer. Muchas detenciones que hacen policías y guardias civiles son incorrectas, en fondo y forma. Éste es un buen ejemlo:

EL MUNDO, 16/07/2005
FERNANDO LAZARO         
«Hay una avalancha de pruebas de las detenciones ilegales» El juez que instruye el 'caso Bono' afirma que se produjo una «privación de libertad ambulatoria»     
     
  Caso Bono. Querella por la detención de los dos militantes del PP acusados de haber agredido al ministro de Defensa. El juez que instruye el 'caso Bono' afirma que se produjo una «privación de libertad ambulatoria»    
 
MADRID.- El denominado caso Bono, lejos de cerrarse, parece que cada vez se complica más. El juez que instruye la querella por la detención de los dos militantes populares acusados de haber agredido al ministro de Defensa ha rechazado los últimos recursos presentados por las defensas de los agentes imputados en la causa.
El titular del juzgado de instrucción número 14 de Madrid se muestra contundente a la hora de mantener viva la investigación.«No sólo hay indicios racionales de haberse perpetrado un delito (detención ilegal) sino, a juicio del instructor, una verdadera avalancha de pruebas. Por eso sorprende que se afirme la inexistencia de los primeros». En ese auto, fechado el pasado 8 de julio, el juez aclara, de nuevo, que él investiga si hubo delito en la detención de los dos militantes del PP y no si verdaderamente existió una agresión al ministro de Defensa.
El instructor asegura que es «incontrovertible» que la detención de los dos militantes del PP se produjo. «Y es que ha habido una significativa permanencia en el tiempo de varias horas hasta que fueron puestos en libertad» por los agentes de la brigada provincial de información de la Policía Nacional.
Y añade: «La distinción entre detención material y formal es un artificio que enmascara la realidad y ésta es que no hay sino detenciones conforme a Derecho y detenciones ilegales, y que lo realmente relevante es la privación de libertad ambulatoria y ésa se ha producido aunque no fuera acompañada de otras circunstancias que la harían más penosa como el ingreso en los calabozos o el engrilletado de las víctimas. Estas no eran libres de marcharse hasta que fueron puestas en libertad; es decir, no eran dueñas de la referida libertad ambulatoria o de desplazamiento».
Cintas de vídeo
El juez detalla en su escrito que durante los interrogatorios a dos de los mandos policiales «se visionaron las cintas de vídeo que tuvieron a su disposición y se les requirió reiteradamente para que manifestaran el momento en que ellos veían cometido el delito de agresión o amenazas al ministro sin que pudieran hacerlo».
«Ello fue así», añade el instructor del juzgado número 14, «porque lo cierto es que no se observa en las cintas agresión o amenaza alguna por parte de Isidoro (uno de los militantes del PP detenidos), que se encontraba a varios cuerpos de distancia del ministro.Ni siquiera se ve en ellas a Antonia (la otra militante del PP detenida), aunque aparezca después en algún periódico o en otras filmaciones».
El instructor también hace referencia a la posible manipulación y falsificación de las actas policiales elaboradas sobre esta investigación. «La falsedad del atestado tiene carácter instrumental respecto de la detención ilegal en el sentido de que escamotea lo verdaderamente acaecido; es decir, camufla el cese de los funcionarios actuantes cuando al negarse el instructor citado a las detenciones, el comisario y el inspector jefe aquí imputados deciden rehacer las diligencias para evitar que se refleje este dato», añade el auto judicial.
«En último lugar», finaliza el juez, «la impresión subjetiva del instructor derivada de la inmediación en la práctica de las declaraciones es la de una gran solidez y credibilidad en los testimonios de los testigos frente a la vaguedad, imprecisión, nerviosismo y actitud titubeante de los imputados. Y por otro, dada la categoría y nivel profesional de éstos (comisario, inspector jefe e inspector) es impensable que pudieran atribuir la detención a un mero error; especialmente cuando sus compañeros ya habían alertado de la imposibilidad de llevarla a cabo legítimamente por no existir base para ello».
Con estos argumentos, el juez instructor ha decidido no atender los escritos presentados por las defensas de los imputados y continuar con la instrucción.
Recientemente, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, realizó una nueva defensa de la actuación de los policías en el caso Bono. En el acto de ascenso de numerosos comisarios principales, Conde-Pumpido insistió en que la Fiscalía trabajaría a favor de esos agentes y que les defendería.


Hay ocasiones en las que un imputado, o incluso ya condenado, tiene que enfrentarse a pruebas falsas. Afortunadamente, a veces pueden conseguirse éxitos judiciales como el siguiente:

EL PERIÓDICO DE CATALUÑA, 01/11/2003
MONTSE MARTÍNEZ BARCELONA         
Cuatro policías de BCN serán juzgados por falsear pruebas     
INVESTIGACIÓN DE ARRESTOS IRREGULARES Detuvieron sin motivo a dos jóvenes en la cumbre de la UE     
Cuatro agentes de la Policía Nacional se sentarán en el banquillo acusados de aportar pruebas falsas contra dos detenidos. Los jóvenes fueron arrestados cuando participaban en una manifestación antiglobalización celebrada durante la cumbre de la UE de Barcelona, en marzo del 2002.
El juez Francesc Uría, titular del Juzgado de Instrucción número 23 de Barcelona, entiende que hay indicios de delito en la actuación de los cuatro agentes. Tras tomarles declaración, dictó un auto de procesamiento al apreciar que las razones expuestas por los policías para explicar las detenciones "no se corresponden con la realidad de lo sucedido".
SEIS MESES DE CÁRCEL Los dos jóvenes detenidos en la manifestación del 15 de marzo del 2002, Mario Biel Alcolea y Francesc Vicent Mateu, fueron condenados por un juzgado de lo penal de Barcelona a seis meses de prisión y multa por resistencia a la autoridad y lesiones a los agentes.
En el recurso ante la Audiencia Provincial contra esa sentencia, Alcolea y Mateu aportaron un vídeo de un particular que acreditaba su inocencia. La sección quinta del tribunal provincial acordó absolverlos y ordenó investigar a los agentes. El fallo estimó que las acusaciones de los agentes no se correspondían con lo que reflejaba el vídeo. Las imágenes mostraban la brutalidad de la detención de los jóvenes, sin que éstos hubieran hecho nada que justificara el arresto.
INTENTO DE MANIPULACIÓN El tribunal fue muy duro en sus argumentos contra los policías. Estimó que se trató de "un claro intento de manipulación de la justicia", que consideró "más reprochable si cabe por provenir de policías". La Audiencia recordó que la policía "tiene la misión de proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos".
El juez Uría abrió en marzo diligencias contra los cuatro agentes por los delitos de denuncia falsa, detención ilegal, simulación de delito y falso testimonio. Los policías se negaron entonces a declarar, pero ayer comparecieron voluntariamente. Fuentes judiciales explicaron que ayer incurrieron en múltiples contradicciones.

Lamentablemente, la actitud de muchos fiscales, y por lo tanto, del Ministerio Público, generalmente es absolutamente repugnante, despreciable y contraproducente para la misma policía cuyos miembros más corruptos, o más pervertidos,  siempre esperan que los fiscales actúen como sus abogados defensores. Lo peor es que a veces consiguen sus propósitos con la complicidad del fiscal, como ocurrió en este caso:

EL PERIÓDICO DE CATALUÑA, 28/11/2003
MONTSE MARTÍNEZ BARCELONA         
La fiscal no acusa a los policías imputados por falsificar pruebas     
INVESTIGACIÓN DE ARRESTOS IRREGULARES EN LAS PROTESTAS DE MARZO DEL 2002 Cuestiona los vídeos de la detención de dos manifestantes en BCN en la cumbre de la UE
La fiscalía ha pedido el archivo de la investigación abierta contra cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía acusados de falsificar pruebas contra dos detenidos en una manifestación de protesta por la cumbre de la UE en Barcelona. La fiscal Ana Gil, valoradas las diligencias practicadas hasta el momento, entiende que no hay indicios de delito.
Mario Biel Alcolea y Francesc Vicent Mateu, participantes en la manifestación alterglobalizadora del 15 de marzo del 2002, fueron condenados por un juzgado de Barcelona a seis meses de prisión y una multa por resistencia a la autoridad y lesiones a los agentes. En el recurso, la Audiencia de Barcelona, gracias a un vídeo, no sólo les absolvió sino también ordenó abrir una investigación contra los agentes. Las imágenes revelaban que lo que decían los agentes poco tenía que ver con lo que relataban los atestados redactados por la policía.
El titular del Juzgado de Instrucción número 27 de Barcelona, Francesc Uría, imputó a los cuatro agentes, a los que citó a declarar y también tomó declaración a los dos jóvenes. Todas las partes --la Fiscalía, la acusación particular que representa a los chicos y la defensa de los agentes-- visionaron las cintas de vídeo grabadas por cadenas de TV y particulares. Se trata de imágenes que los jóvenes se preocuparon de buscar para presentarlas ante la Audiencia cuando recurrieron su condena.
LOS ARGUMENTOS En un escrito de seis folios, la fiscal hace suyos los argumentos de los agentes y asegura que las imágenes de vídeo de la detención y la declaración de los agentes de policía, lejos de ser contradictorias, se complementan. Antes de solicitar el archivo de la causa, la fiscal también cuestiona si las cintas cuentan con todos los requisitos como para ser presentadas en un proceso judicial. Entre otras objeciones, la fiscalía plantea que la filmación no cuenta con fecha ni referencia horaria. Además, plantea que las imágenes fueron tomadas desde un solo ángulo.
El hecho de que la fiscalía solicite el archivo de la causa y, en consecuencia, no acuse a los agentes no quiere decir que éstos no lleguen a ser juzgados. La acusación particular, en representación de los jóvenes, solicita penas que, sumadas, alcanzan los 52 años de prisión por los delitos de acusación y denuncia falsa, detención ilegal, simulación de delito y falso testimonio. La postura de la Fiscalía sí implica que las posibilidades de condena de los agentes sean mínimas.
LAS CRÍTICAS La abogada de los jóvenes, Montse Salvador, reconoció ayer que la resolución del fiscal no es favorable a sus intereses. La letrada lamentó que el ministerio fiscal cuestione la legitimación de las cintas de vídeo en este momento. "Cuando era el momento procesal oportuno para impugnar las cintas nadie lo hizo", argumentó Salvador para añadir: "Ahora me sorprende que esta cuestión se utilice para argumentar la petición de archivo".


Los delitos policiales suelen tener mucho que ver con el acceso y uso perverso de información privilegiada. En este sentido, vigilamos con la máxima atención, a pesar de las dificultades, las numerosas incidencias y noticias sobre tráfico de datos policiales como los que denuncia un delegado del gobierno en este teletipo de agencia :

EUROPA PRESS 21/10/1999
El delegado de Gobierno en Galicia anuncia la detención de otro policia implicado en la red de tráfico de datos      
A CORUÑA, 21 (EUROPA PRESS) El delegado del Gobierno en Galicia, Juan Miguel Diz Guedes, confirmó esta mañana que en las proximas horas se procederá a la detención de otro policía por su presunta implicación en la red que se dedicaba a la venta de datos reservados descubierta en A Coruña.
Hasta el momento han sido detenidas cinco personas, dos de ellas son agentes del Cuerpo Nacional de Policía, un es miembro de la Guardia Civil y hay dos civiles. No obstante, Diz Guedes no pudo precisar si uno de estos últimos es militar. Todos los detenidos trabajaban en A Coruña y ya ha sido decretado su ingreso en prisión.
Las investigaciones continuan pero la titular del Juzgado de Instrucción número cinco de A Coruña ha decretado el secreto sumarial. Los detenidos, a los que se acusa de los delitos de revelación de secretos y cohecho, integraban supuestamente una red que se lucraba de la venta de informes procedentes de los archivos de la Policía y de la Guardia Civil.
Diz Guedes confirmó que los detenidos cobraban 500 pesetas por cada dato que facilitaban, aunque no especificó el montante global que cobraron desde que lleva actuando la red. Señaló que son muchas las personas afectadas por la actuaciónd e esta red, aunque indicó que los datos facilitados 'no afectan a temas reservados de la Administración o de la seguridad, sino que es información patrimonial o económica para venderla a empresas que hacen informes oficiales'.
INVESTIGACIONES Explicó que las empresas que compraban los datos a los detenidos vendían esta información a otras terceras. El delegado del Gobierno en Galicia indicó que, aunque la matriz de la red estaba en Coruña, no se sabe hasta donde ha podido extenderse su ámbito de actuación. A partir de ahora las investigaciones, que siguen abiertas, seguirán el 'hilo conductor', afirmó Diz Guedes.
Añadió que la red llevaba funcionando más de un año, pero que hasta hace tres meses no se detectó su existencia, que fue descubierta a raíz de algo extraño que origino el inicio de la investigación por parte de miembros de la Unidad de Régimen Interno de la Policía Nacional.
Diz Guedes lamentó que surgiesen este tipo de casos pero manifestó que 'lo importante es que cuando se producen conductas fuera de la ortodoxia profesional y contraviniendo la ley se proceda a su detención'. En su opinión, este hecho 'no puede trasladar una mala opinión sobre los miles de funcionarios de la Policia y de la Guardia Civil', porque las cosas funcionan y más tarde o más temprano acaban siendo detenidos.

Este problema de acceso y uso ilegal de datos aparece en dependencias de numerosas comisarías, como pude comprobarse en la siguiente noticia :

EL MUNDO, 20/06/1999
Detenidos tres policías por tráfico de datos informáticos
ENRIQUE FIGUEREDO BARCELONA.- El grupo de Asuntos Internos de la Jefatura de Cataluña ha detenido a dos agentes del cuerpo y a un guardia municipal de Premià de Mar por comercialización de datos informáticos extraídos de los archivos policiales.
El presunto comprador de la información también ha sido detenido. Está vinculado a una agencia especializada en la confección de informes comerciales, según fuentes de la investigación.
Respecto al destino y ocupación de los dos agentes detenidos, las fuentes consultadas se limitaron a señalar que «pertenecen a la escala básica y trabajan en la ciudad de Barcelona», donde fueron detenidos esta semana.
La investigación de Asuntos Internos se inició hace aproximadamente dos meses. Gracias a los controles periódicos que la propia policía realiza de sus redes informáticas y sus bancos de datos se detectó la fuga de información.
Los datos que estos agentes de la ley facilitaban «no son clasificados», apuntaron las fuentes consultadas.
«Siguiendo los trámites habituales, esas consultas pueden realizarse en Tráfico a cambio del pago de unas tasas», apuntaron. Eso no ha impedido, sin embargo, la detención de los sospechosos por la comercialización de datos personales.


En alguna de mis propias actuaciones como perito judicial he podido conocer hechos protagonizados por Policías Municipales auténticamente deleznables. Y lo que es peor, la Administración de Justicia puede intentar criminalizar al perito en lugar de enjuiciar a los culpables, de los que la juez supuestamente responsable se siente mucho más próxima (juez a la que he invitado a querellarse contra mí, porque no puedo ser más crítico hacia su despreciable actitud). Sobre la sigueinte noticia tengo mucha más información, alguna documentación (entre la que guardo algún escrito de una fiscal absolutamente indecente, en fondo y forma), y un criterio pericial muy formado sobre lo poco que puede esperarse de la Administración de Justicia para investigar delitos policiales en casos como éste (del que es muy sospechoso que no haya más noticias) :

La Vanguardia, 11/01/2000
El alcalde de Arganda destituye a 4 policías por hurtar material informático
Madrid. (Europa Press.) El alcalde de Arganda del Rey, Pedro Diez Olazábal, destituyó ayer a cuatro agentes de la Policía Local que están acusados de un presunto delito de hurto de material informático, según informó ayer el propio Ayuntamiento.
Asimismo, el Consistorio ha abierto un expediente a los agentes acusados y les ha suspendido de sus funciones de forma cautelar hasta que se aclaren los hechos.
Mientras tanto, la Guardia Civil ha tomado declaración a los policías locales afectados y realiza-rá las diligencias pertinentes antes de decidir, a la vista de su resul-tado, si se envían a disposición judicial.
Los hechos que han motivado esta decisión ocurrieron hace ya más de un mes, cuando desaparecieron diversos componentes informáticos de varios ordenadores existentes en las dependencias municipales de la Policía. El 7 de noviembre, fecha en la que se tuvo conocimiento de lo sucedido, se abrió una investigación a instancias del concejal delegado de Seguridad, que ha dado como resultado la incoación del expediente y la destitución de los cuatro agentes.
El Ayuntamiento de Arganda señaló ayer, al dar a conocer estos hechos, que 'ha sido el principal interesado, desde el primer momento, en el esclarecimiento total de los hechos y en la depuración de las responsabilidades'.
 
En algunos casos especialmente escandalosos y preocupantes, hemos dedicido personarnos judicialmente con la Asociación para la Prevención y Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informática y Comunicaciones Avanzadas (APEDANICA ) cuyos estatutos pueden verse en http://www.cita.es/apedanica

Concretamente, varios medios de comunicación se hicieron eco de la presentación de un escrito en el Juzgado de Instrucción 3 del Puerto de Santa María, según puede verse en http://www.cita.es/apedanica/policia.htm

Diario de Cádiz, 16/02/2003

La asociación Apedanica pide al Juzgado personarse en la causa contra el funcionario y los policías detenidos por la presunta venta de datos confidenciales
Rosa Romero, El Puerto de Santa María.
Apedanica, la Asociación para la Prevención y Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informática y Comunicaciones Avanzadas, ha pedido en el Juzgado Número 3 personarse en la causa que se sigue contra los dos policías nacionales y el funcionario del INEM que fueran detenidos en el año 2001 por la presunta venta de datos confidenciales.
Según ha podido saber este diario de fuentes cercanas al caso, Apedanica quiere personarse con el objetivo de ejercer la acción popular para defender los derechos de los ciudadanos ante la corrupción y el perjuicio que supone la venta de datos . Al parecer, este colectivo habría pedido que la Agencia de Protección de Datos se interese por este asunto e intervenga en las actuaciones que lleva a cabo el titular del Juzgado 3, Miguel Ángel López Marchena, con objeto de que un experto en la materia inicie una investigación exhaustiva.
Según se recoge en su página web (www.cita.es/apedanica), esta asociación tiene como fines la investigación, el desarrollo y la divulgación de habilidades, técnicas, ciencias y saberes que garanticen con rigor la autenticidad, procedencia, y en su caso, la confidencialidad de la información almacenada, procesada o transmitida por sistemas impresos, electrónicos, ópticos o de cualquier otra forma, así como promover y fomentar la aplicación de la legislación más adecuada para el desarrollo de todas las nuevas tecnologías, y de la productividad, sabiduría, riqueza, bienestar, igualdad, seguridad y Justicia que debe obtenerse con ellas . Asimismo, se añade en los estatutos que la Asociación "siempre intentará prevenir, evitar, perseguir y remediar abusos de poder y de información de empresas o instituciones que monopolicen o controlen estas áreas de conocimiento, asistiendo preferentemente a la parte más débil o afectada, fomentando la leal competencia y la más justa y acertada limitación de poderes públicos y privados . De ahí la decisión de personarse en esta causa.
Cabe recordar que la red que vendía datos confidenciales relacionados con los préstamos bancarios y que operaba en El Puerto fue destapada a principios del año 2001. Fue en febrero de ese año cuando agentes de Asuntos Internos de la Policía Nacional llegados desde Madrid, efectuaron la detención de dos policías nacionales, uno en la Comisaría de El Puerto, y otro en la de Jerez (a la que había sido trasladado hacía menos de un año) por la supuesta venta de datos confidenciales. Asimismo, se procedía a la detención de dos empresarios en Jerez, también implicados al parecer en esta misma trama, a quines se acusó de cohecho.
Cuatro meses después, era detenido un funcionario del INEM que trabajaba como Jefe de Área en la oficina local de este organismo. De toda la instrucción se hizo cargo el juez López Marchena, quien pondría en libertad a los dos policías, inicialmente encarcelados, tras pagar una fianza de un millón de pesetas. A ambos se les acusó de sendos delitos de cohecho y revelación de datos, y a ambos se les suspendió de empleo y sueldo. Igualmente, el INEM también suspendió de empleo y sueldo al funcionario, procesado por venta de datos
.

Esta misma Asociación para la Prevención y Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informática y Comunicaciones Avanzadas (APEDANICA ) está investigando ciertos fraudes en las ESTADÍSTICAS POLICIALES, como puede verse en http://www.cita.es/apuntes/policiales

Y hay dos especialidades periciales que se enfrentan a diligencias e informes de policías en las que hemos dedicado, y pretendemos seguir dedicando, nuestros mejores esfuerzos.

La primera es la identificación forense, porque sabemos que muchas identificaciones policiales son incorrectas y causan un doble perjuicio. Por una parte, hay un inocente injustamente acusado, y por la otra, el verdadero culpable, quizá bien conocido por la Policía, ya no es perseguido. Un caso realmente preocupante está en la identificación de voces en conversaciones telefónicas intervenidas por orden judicial , según explicamos en http://www.cita.es/fonogramas

Le segunda es la lucha policial contra la piratería en la que estamos convencidos de que hay interesados excesos policiales. En este sentido, hemos manifestado nuestra preocupación al Ministerio de Cultura informándole de numerosas irregularidades. La jurisprudencia española ha condenado la lucha contra el terrorismo por procedimientos ilegales, y queremos confiar en que algún día sea capaz de condenar también algunos intereses policiales en la lucha contra la piratería como los denunciados en http://www.cita.es/apedanica/gobierno  y en http://www.cita.es/falsificaciones

En este mismo sentido, tratamos de descriminalizar las imitaciones porque entendemos que si el imitador se identifica y no falsifica , en todo caso, la cuestión es civil y no penal, y la policía no debe de intervenir en asuntos que sólo deberían ser tramitados en juzgados de primera instancia y no en juzgados de instrucción gratuitamente para denunciantes que parecen llevarse muy bien con ciertos policías. Recomendamos leer http://www.cita.es/imitaciones

La tecnología forense permite afrontar problemas de prueba incluso frente a las acusaciones policiales más perversas. En este sentido, recomendamos el programa publicado en http://www.cita.es/tecnocriminalista

Referencias, proyectos y servicios periciales policiológicos de www.cita.es  

Quien haya leído hasta aquí muy probablemente tendrá buenas razones para conocer tanto como sea posible de lo que pueda hacer para afrontar una problemática policial concreta. Sin embargo, muchas de las referencias que podríamos ofrecer son estrictamente confidenciales. Otras, son públicos y muy publicitados comunicados del Ministerio del Interior, Policía y Guardia Civil (prensa) que pueden verse en http://www.cita.es/policial/comunicados

Índice (provisional) de comunicados Referencias doctrinales en http://www.cita.es/policial/doctrina.htm

1. LA PRUEBA ILICITA Y SUS EFECTOS.
2. DELITOS COMETIDOS POR LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS CONTRA LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES
3.  LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR FUNCIONAMIENTO ANORMAL DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. EL CASO DE LA PRISIÓN PREVENTlVA INJUSTA
4. DILIGENCIA DE ENTRADA Y REGISTRO
5. LA DETENCIÓN PRACTICADA POR FUNCIONARIO
6. DELITOS CONTRA LA LIBERTAD: DETENCIONES ILEGALES
7. DETENCIONES NO PROCEDIMENTALES PENALES (RETENCIONES Y MEDIDAS DE COMPULSIÓN ADMINISTRATIVA SOBRE LAS PERSONAS)
8. EL ACTO ADMINISTRATIVO NO PROCEDIMENTALIZADO


Esta página forma parte de un proyecto pericial policiológico para el que pedimos apoyo. Nos interesan las actuaciones policiales erróneas, desporporcionadas, abusivas, y sobre todo, los presuntos delitos policiales porque aunque no hay fórmulas generales ni recetas para denunciar, sí que podemos hacer unas recomendaciones.

En primer lugar, hay que guardar copia de cualquier documento relevante. En segundo lugar hay que describir los hechos con rigor para lo que es muy recomendable contratar a un perito en policiología. Y en tercer lugar hay que dirigirse al menos a alguna (en la mayoría de las ocasiones recomendamos hacerlo simultánea e independientemente a varias) de estas autoridades:

Ministro del Interior en http://www.mir.es
P.º de la Castellana, 5 28071. Madrid
Teléf. 91 537 10 00 Fax 91 537 11 77
Gabinete de Prensa Teléf. 91 537 20 74
Autoridades policiales en materia disciplinaria en http://www.cita.es/policial/autoridades.htm

Secretaría de Estado de Seguridad
 Amador de los Ríos, 2 28071. Madrid
Teléf. 91 537 10 00 y 91 537 18 88, Fax 91 537 19 34

Subsecretaría del Interior
Amador de los Ríos, 7 28071. Madrid
Teléf. 91 537 10 00 y 91 537 15 68 Fax 91 319 58 65

Dirección General de la Policía
Miguel Angel, 5 28071. Madrid
Teléf. 91 322 34 00 Fax 91 311 51 42

Dirección General de la Guardia Civil
Guzmán el Bueno, 110 28071. Madrid
Teléf. 91 514 60 00 y 91 514 60 01 Fax 91 514 60 07

Ertzaintza - Policía Autónoma Vasca
http://www.ertzaintza.net/castellano/html/home.html

Web del cos de Mossos d'Esquadra en Cataluña
http://www.gencat.net/mossos/

Las policías municipales dependen de cada ayuntamiento y en él recomendamos informar al Alcalde, al Concejal responsable de Seguridad y por lo tanto, también de su policía municipal, pero también al Secretario del Ayuntamiento, que ha de actuar como fedatario o notario municipal, dejando constancia escrita de los hechos y guardando una copia sellada de lo que se registra en el Ayuntamiento. Hemos conocido auténticas atrocidades y delitos repugnantes cometidos por policías municipales, y recomendamos poner en conocimiento del Juzgado de Guardia, Policia Nacional y Guardia Civil cualquier actitud coactiva, amenazante o abusiva por parte de los policías municipales. Algunos atestados de la policía municipal evidencian malicia y corrupción, pero si nadie se lo propone, nunca se conocen.

Si se denunciasen más y mejor los delitos y las faltas de los policías, habría menos delincuencia. La cifra negra de delitos policiales, entendida como el conjunto de delitos que cometen los policías, pero que no se denuncian, ni se persiguen, ni se vigilan, ni se contabilizan oficialmente, es absolutamente inaceptable. Pero la gente se resigna, y acaba teniendo problemas mucho mayores de lo que podía imaginarse cuando decidió no denunciar.

Y aquí estamos intentando combatir policiopatías y fenómenos policiales indeseables, tanto si gusta como si no gusta a las autoridades, a los jueces, a los fiscales o a los policías que se puedan dar por aludidos cuando se habla de delincuencia policial, aunque sea como aquí hemos pretendido, con mucho respeto y consideración, recomendando siempre el estudio y aplicación de la normativa disciplinaria que referenciamos así:

A) Policía Nacional
Real Decreto 884/1989, de 14 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Régimen Disciplinario del Cuerpo Nacional de Policia . (BOE 19-07-1989)
en http://www.cita.es/policial/normativa.htm

Probablemente, deba de considerarse muy pronto el
ANTEPROYECTO DE RÉGIMEN DISCIPLINARIO DEL CUERPO NACIONAL DE POLICÍA según Consejo de Ministros del viernes 17 de febrero de 2006, en http://www.cita.es/policial/anteproyecto.htm

B) Guardia Civil

Ley Orgánica 11/1991, de 17 de junio, del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil
en http://www.cita.es/policial/normativa.htm

Normativa para ambas : LEY ORGÁNICA 2/1986, DE 13 DE MARZO, DE FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD , EN SU REDACCIÓN DADA POR LA LEY ORGÁNICA 1/2003, DE 10 DE MARZO Y POR LA LEY ORGÁNICA 19/2003, DE 23 DE DICIEMBRE, Artículo sexto, "El régimen disciplinario, sin perjuicio de la observancia de las debidas garantías, estará inspirado en unos principios acordes con la misión fundamental que la Constitución les atribuye y con la estructura y organización jerarquizada y disciplinada propias de los mismos".

EUROPA:
RECOMENDACIÓN REC. (2001) 10 del Comité de Ministros a los Estados miembros sobre el Código Europeo de Ética de la Policía en http://www.cita.es/policial/internacional.htm

Naciones Unidas (ONU):
Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley
Adoptado por la Asamblea General resolución 34/169, de 17 de diciembre de 1979
en http://www.cita.es/policial/funcionarios.htm

México : LEY ORGÁNICA DE LA SECRETARÍA DE SEGURIDAD PÚBLICA DEL DISTRITO FEDERAL de la Policía Mexicana en http://www.cita.es/policial/mexicana

Colombia : Decreto 1798 de 14/09/2000 de la REPUBLICA DE COLOMBIA por el cual se modifican las Normas de Disciplina y Etica para la Policía Nacional colombiana según puede verse en http://www.cita.es/policial/colombiana

Perú : Ley del Régimen Disciplinario de la Policía Nacional del Perú en http://www.cita.es/policial/peruana

La empresa "Cooperación Internacional en Tecnologías Avanzadas (CITA), SL " constituida en 1996 y  " Asociación para la Prevención y Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informatica y Comunicaciones Avanzadas (APEDANICA )", entidad sin ánimo de lucro constituida en 1992 están trabajando en una serie de iniciativas y propuestas de ámbito europeo basadas en la Recommendation Rec(2001)10 on the European Code of Police Ethics que pueden verse (en inglés) en http://www.cita.es/police

Un estudio profesional de cada caso requiere de unos honorarios profesionales. Aunque nunca cobramos la primera consulta telefónica, según describimos en http://www.cita.es/consulta  para una peritación policiológica auténticamente profesional debemos hacer saber, desde el principio, a todos los posibles interesados, que tenemos unas tarifas periciales profesionales publicadas en http://www.cita.es/tarifas

Agradeceremos cuanto nos permita documentar, profundizar y aplicar pericialmente estos
Principios de Policiología Forense
Ciencia Policial y Teorías Periciales Críticas
y muy especialmente, cuanto pueda permitirme profundizar en mi trabajo sobre ÉTICA Y DEONTOLOGÍA POLICIAL. POLICIOLOGÍA  para el Diploma de Estudios Avanzados en el programa de doctorado "Éticas Aplicadas" de la Facultad de Filosofía de la U. Complutense en http://www.cita.es/policial/trabajo.doc

Miguel Angel Gallardo Ortiz , Criminologo  y Perito Judicial (POLICIÓLOGO)
www.cita.es Apartado Postal (P.O. Box) 17083, E-28080 Madrid, España (Spain)
Tel.:914743809, Móvil: 619776475 E-mail: miguel@cita.es