(C) 1999 Cooperación Internacional en Tecnologías Avanzadas (C.I.T.A.) SL, en Internet http://www.cita.es
Informe sobre el sector industrial joyero de Córdoba
desde una perspectiva tecnológica e internacional

Antecedentes, objetivos y condicionantes.-

El presente trabajo se realiza en el transcurso y fechas posteriores a un viaje de prospección y toma de contacto e investigación con los profesionales y las entidades más relevantes de la industria joyera cordobesa. Anteriormente se ha mantenido abundante correspondencia y correo electrónico, entre otras fuentes, con el ICEX y las oficinas comerciales de España.

El principal objetivo es el de diagnosticar las mayores problemáticas tecnológicas y empresarialmente resolubles, las necesidades de bienes de producción de materias primas y servicios cualificados para el aumento de la rentabilidad por mejora de la producción, especialmente en calidad y valor añadido, así como la exportación mediante la apertura de nuevos mercados y promoción de líneas de negocio secundarias. En definitiva, tratamos de conocer la realidad y las posibilidades del sector joyero en el más importante municipio de España con la intención de ser útiles y de proponer futuras cooperaciones.

La empresa Cooperación Internacional en Tecnologías Avanzadas (C.I.T.A.) SL no asume ninguna responsabilidad sobre la certeza de los datos obtenidos ni sobre los que se le han suministrado, reservándose el derecho de actualizarlos, detallarlos e interpreterlos con toda libertad, en cada momento y lugar, pero desearíamos que no quedase ninguna duda de la intención constructiva y cooperadora con todos aquellos que puedan estar interesados en ampliar, mejorar o corregir cuanto aquí se expone, por lo que no se autoriza ninguna reproducción y en ningún caso puede publicarse sin el el consentimiento expreso y escrito de C.I.T.A. para el medio que lo solicite.

Sujetos, objetos, normas y tendencias de la joyería cordobesa.-

Guste o no el que se diga, se ha de empezar por reconocer que la joyería en España es un sector muy sumergido, cuando no descarada e impunemente delictivo debido a las frecuentes conexiones de los peristas con el narcotráfico. En este sentido, nos remitimos a lo ya expuesto en Internet http://www.cita.es/joyas/index.htm

Esta lamentable situación perjudica, más que a nadie, a los industriales y artesanos del sector, y no tanto a los comerciantes que en demasiadas ocasiones pueden lucrarse ilegalmente. Es el profesional honrado, tenaz y con talento, y quien invierte en medios de producción, marcas y derechos, el que se ve cada vez más marginado, hasta el punto de no poder sobrevivir en el mercado por lo fácil que resulta su control fiscal, lo que le deja en desventaja respecto a competidores delincuentes.

Los sujetos que componen el elemento diferencial de la joyería cordobesa participan activa y orgullosamente en la muy considerable variedad en la producción de piezas, construcción y decoración de puntos de venta, atención al público y organización de eventos. Forman una comunidad, bastante cerrada, de unos 1.000 profesionales censados como tales por la Cámara de Comercio (sin contar con colaboradores contratados sin declararse) de los cuales aproximadamente la mitad pertenecen a la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba.

No es el propósito de este trabajo el analizar profundamente la política de la Junta de Andalucía, y el del Ayuntamiento de Córdoba, en la configuración, la coyuntura y la dinámica del sector, pero no sería posible la actual situación sin una cierta participación activa especialmente de la Consejería de Trabajo e Industria de la Junta de Andalucía, y una casi permanente amnistía fiscal, al menos a efectos municipales, de buena parte de la producción joyera de Córdoba.

Debe tenerse muy en cuenta que la joyería es, al día de hoy, la principal industria apreciable en todo el término municipal de Córdoba, en el que están censados, por ejemplo, unos 600 taxistas en una población de 310.000 habitantes, con altas tasas de paro, jubilados y escolares, por lo que esos más de 1.000 profesionales de la joyería representan una parte muy importante de la población activa, pudiéndose obtener un curioso indicador de perfil de actividad de casi 2 joyeros por taxista, ratio que muy probablemente sea el mayor del mundo.

No es posible definir un perfil tipo de profesional debido a los muy diferentes tamaños, especialidades y sistemas o calidades y valores de su producción, y debemos remitirnos a la clasificación que de ellos hacen, por ejemplo, la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba y la feria Joyacor, según los siguientes epígrafes:
 

   Análisis de Metales
   Baños Electrolíticos
   Comercio de Piedras
   Detallistas
   Diseñadores
   Fabricantes de Bisutería
   Fabricantes de Chapados
   Fabricantes de Estuchería
   Fabricantes de Filigrana en Plata
   Fabricantes de Goldfilled
   Fabricantes de Joyería en Oro
   Fabricantes de Joyería en Oro Fino
   Fabricantes de Joyería en Plata 
  Fabricantes de Orfebrería
  Fabricantes Mayoristas en Oro
  Fabricantes Mayoristas en Plata
  Fabricantes de Piedras Artificiales
  Fabricantes de Relojes
  Fornituras para Joyería
  Fundidores 
  Importadores de Perlas
  Laboratorios Oficiales
  Maquinaria
  Mayoristas de Coral
  Mayoristas Importadores
  Mayoristas Importadores de Piedras
    Mayoristas de Perlas
    Mayoristas de Piedras
    Mayoristas de Relojería
    Metales
    Metales Finos
    Metales Preciosos
    Modelistas
    Piedras
    Sacadores de Fuego
    Seguros
    Sistemas de Seguridad
    Trofeos
    Venta Mayor de Joyería
 
Esta diversidad de actividades es mucho más aparente que real. La estructuración del sector depende mucho más de relaciones personales que de especializaciones profesionales o de inversiones empresariales. Varias entidades aparecen en numerosos epígrafes, y estos entre sí resultan difíciles de diferenciar en casos concretos. Es más bien la venta, sea en tienda local, o sea en suministro a otras entidades o viajantes del resto de España, la operación que relaciona a sujetos y objetos según normas mercantiles no escritas interpretadas con matices muy personales.
 
Habida cuenta del enorme peso relativo de la producción y la comercialización de piezas de joyería en la economía cordobesa, pasemos a analizar sus estructuras y sus tendencias.

El observador que busque documentación puede fijarse, en primer lugar, en el catálogo de la feria Joyacor, evento en el que exponen casi exclusivamente empresarios cordobeses. Sólo hubo 3 extranjeros en la última edición de 1998.

Sin embargo, las entidades y marcas representadas entre la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba y la feria Joyacor no suponen ni la tercera parte del conjunto de sujetos productivos.

Para obtener un censo exhaustivo, con independencia de declaraciones y licencias fiscales, sería necesario rastrear portales y pisos en los que muchos magníficos engastadores, orfebres, diseñadores, ilustradores, adaptadores o integradores de cualquiera de los numerosos elementos, complejas fases y diversas gamas de productos y servicios que se contemplan.

Así, la joyería cordobesa acumula una capacidad de producción que explica frecuentes viajes de compradores de casi toda España, así como su presencia en ferias como Iberjoya en Madrid, y en mucha menor medida en Barnajoya.

Sin embargo, la voluntad y las oportunidades para la exportación son poco menos que simbólicas, y están muy dispersas.

En cualquier caso, son incluso más reducidas que las de compra ventajosa en mercados internacionales. Es decir, que el empresario cordobés prefiere viajar para comprar más barato que para intentar vender más caro. Así, las experiencias internacionales que nos han comentado algunos profesionales se concentran en mercados suministradores como el de Bangkok en Tailandia, o Amberes en Bélgica, con mucha más frecuencia y acusado interés profesional del que se ha manifestado con pretensiones de exportar a EEUU, países de la Unión Europea, Suiza o Japón, por ejemplo.

De seguir así esta tendencia poco exportadora la joyería cordobesa se sumergirá y marginará cada vez más, aprovechando para su supervivencia únicamente el bajo coste de una mano de obra poco cualificada en una economía informal que todavía disfruta de una cierta capacidad de convocatoria entre viajantes de la joyería comercial en España.

Los objetos diseñados, fabricados en series más o menos limitadas, y su comercialización en cualquier ámbito o canal, están casi por completo desprotegidos desde el punto de vista del derecho industrial, siendo muy escasas las marcas, patentes o modelos de utilidad a los que puedan hacerse alguna referencia, casi siempre indirecta.

No es difícil encontrar excelentes profesionales que en algún momento de la negociación vienen a decir que si se les muestra una fotografía de cualquier diseño, proceda de donde proceda, ellos pueden hacer en poco tiempo un molde de imitación y producir inmediatamente la serie que se les solicite.

Al mismo tiempo, también intentan vender diseños supuestamente exclusivos que, lógicamente, tampoco pueden garantizar que no vayan a ser duplicados sus moldes incluso por los mismos profesionales que participan en su elaboración.

En la alta joyería internacional un diseño de calidad y buen gusto, y más aún si utiliza combinaciones de metales o está específicamente a un metal más difícil, como es el caso del platino, puede llegar a tener un valor de muchos miles de dólares. En Córdoba las ofertas por los diseños, supuestamente exclusivos, se sitúan entre las 15.000 y las 50.000 pesetas, sin que en ninguno de los casos pueda conseguirse ninguna garantía escrita para su contratación.

Muy probablemente la diferencia de precio, y las demoras, sólo se deban, en la mayoría de los casos, al mayor o menor número de intermediarios y a su criterio oferta más o menos ambiciosa o competitiva.

Sin lugar a dudas, el oro y la plata representan el principal consumo de materias primas en la joyería cordobesa, en la que a las gemas se les da muy poco valor y se les presta escasa atención. Por lo general, existe una ignorancia gemológica inaceptable entre profesionales de la joyería. En este sentido baste mencionar, como botón de muestra, que todos y cada uno de los más de 30 profesionales con los que el autor de este trabajo se entrevistó durante su reciente estancia en Córdoba, ignoraban por completo lo que era el asterismo o "efecto estrella", y sus conocimientos sobre rubíes y zafiros eran muy primitivos. Pero lo que es más grave es que no hubiera la menor curiosidad ni interés por aprender. Las singulares gemas que mostramos (rubíes de
Vietnam con "efecto estrella" como los expuestos en http://www.cita.es/estrella sólo despertaron la curiosidad personal de las damas cordobesas, y muy pocos preguntaron por precios aproximados, y menos aún por criterios de tasación.

Los escasos catálogos y las fotografías del muestrario de Joyacor evidencian la prioridad que se da en Córdoba a la manufactura y la poca consideración que reciben las piedras preciosas, a la vista de algunas imágenes de sofisticadas joyas con gemas sintéticas o tratadas por difusión, de muy escaso valor en mercados internacionales. Llama poderosamente la antención que el principal criterio de compra de las gemas sea que tengan un tamaño normalizado. Las pocas piedras de cierta calidad tienen tamaños muy pequeños, y suelen proceder de retales de cortes y tallas del mineral.

Para terminar este diagnóstico debemos distinguir muy bien entre los aspectos formales y aparentes del sector, y sus pautas de conducta reales.

Las normas del sector se deducen por un buen indicador de sus riesgos y las profundas diferencias y distancias que pueden apreciarse mediante la observación de las empresas especializadas en la seguridad y la logística del sector en Córdoba, así como por la especial dedicación al mismo de un singular agente corredor de seguros.

Son muy grandes las desproporciones entre los valores declarados, los de compra y los de venta, que que hace también suponer importantes diferencias entre las ventas declaradas y las reales, habida cuenta de lo infrecuente que resulta el solicitar una factura con el correspondiente IVA, sin que ello necesariamente implique una ilegalidad. En las operaciones entre profesionales, en nuestra opinión, no siempre la economía informal es ilegal, pues hemos encontrado las típicas compensaciones difícilmente definibles en términos mercantiles, pero muy entendibles por el popular término de "compadreo" con pretextos fiscales.

Los profesionales cordobeses con mayor movilidad y perspectiva industrial son conscientes del desequilibrio económico de Córdoba y las numerosas irregularidades, anomalías o anacronimos joyeros.

Precisamente por tal conciencia colectiva resulta extraordinariamente difícil llegar directamente al profesional con el que se desea contactar, pues para alcanzarle es preciso entablar interminables conversaciones y hacer laberínticas visitas que encarecen y dificultan cualquier contratación a medio y largo plazo. Las presentaciones, entre exageradamente amistosas, o desconfiadas, tampoco facilitan mucho el contacto. El comprador tiene la sensación de que subliminarmente los interlocutores cordobeses se están repartiendo su negocio, y el vendedor es desorientado hasta no saber a quién poder confiar su mercancía.

Las medidas de seguridad no sólo protegen de posibles sustracciónes por robos y hurtos o atracos, sino que también ahuyentan o desesperan a curiosos y desconocidos, sean cuales sean sus aparentes y reales intenciones.

En resumen, la actividad joyera en Córdoba se encuentra dispersa y sumergida. Su supervivencia y prosperidad puede depender de que se afloren correcta e inteligentemente sus grandes potenciales, aspirando a destacar en calidad y valor añadido para llegar a mercados internacionales que aprecien sus diseños bien diferenciados y protegidos.

Proyectos en curso, riesgos, tecnología y prospectiva de la joyería cordobesa.-

No se detectan grandes iniciativas ni en la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba ni en la feria Joyacor como no sea el Parque Temético de Joyería, pero entendemos que la lógica económica de tal construcción es mucho más inmobiliaria que profesionalmente joyera. Es posible incluso que la financiación de tal Parque Temático de Joyería hipoteque las inversiones empresariales durante mucho tiempo, reduciendo la capacidad de reacción del gremio ante las oportunidades internacionales y tecnológicas.

Las conexiones entre la industria joyera y la construcción en Córdoba se evidencian en los coincidentes intereses de unos pocos empresarios bien conocidos por su influencia en ambas actividades. Sin embargo, a la inmensa mayoría las grandes construcciones inmobiliarias sólo puede suponerles una reducción de sus oportunidades profesionales, al no estar preparados, ni tener voluntad o vocación, para afrontar complejas financiaciones a medio y largo plazo.

Sería muy interesante comparar los ingresos e incrementos patrimoniales de los empresarios que desarrollan actividades tanto en la joyería como en la construcción, por lo relevante que serían los indicadores que se obtuvieran tanto en el detalle como en la dinámica con la que se suceden los hechos, y las tendencias de agrupamiento y dispersión de locales industriales y comerciales.

No podemos hacer pronósticos sobre el índice de ocupación del Parque Temático de Joyería, pero sí que sería ingenuo y distorsionador el no tener en cuenta que es la mayor aspiración de la presidencia de la la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros de Córdoba, según puede leerse en su presentación de Joyacor'98.

Los riesgos que percibimos en el sector son de dos tipos, principalmente.

Por una parte, el pequeño empresario, el modesto asalariado, y en mucho mayor número, el trabajador autónomo sufre una precariedad económica muy lamentable, al tiempo que suelen tener condiciones de trabajo peligrosas para la saludo. No es infrecuente el uso de compuestos químicos y tóxicos tan poco recomendables como el cianuro prácticamente sin precauciones ni protecciones mínimas. Sería muy interesante, y positivamente útil, el hacer un estudio de las enfermedades laborales de los artesanos joyeros tratando de medir, para poder combatir eficazmente, la toxicidad específica de los compuestos químicos que con más frecuencia se utilizan.

Por otra parte, el sector en su conjunto tal y como está estructurado, o mejor dicho, disperso, no es defendible en la Unión Europea. Las ayudas de casi cualquier tipo se centralizan en organismos públicos y entidades privadas a las que no tienen acceso la mayoría de los pequeños empresarios y casi ningún trabajador autónomo. El resultado es que se benefician pocos industriales próximos a los centros de poder, que por su propio interés desean disponer de mano de obra barata aunque sea muy poco cualificada.

La tecnología y la inversión en cualquier tipo de instrumento, herramienta o máquina, se ve directamente afectado por lo anteriormente descrito. Si se acepta el modelo escalonado de industrialización, con las típicas crisis entre la fase manual, la incorporación de herramientas cada vez más sofisticadas, la mecanización, la automatización y finalmente la informatización incluso del diseño y la fabricación, la joyería cordobesa, a grandes rasgos, podría definirse como usuaria de sofisticadas herramientas y productos químicos sin suficiente seguridad, pero poco inversora en maquinaria y nada interesada por la automatización para grandes series. La informática es muy poco utilizada tanto para el diseño como para la fabricación, aunque sí que se ha puesto de moda, sin grandes resultados, la publicación de páginas en Internet. De hecho, es prácticamente imposible conseguir alguna respuesta a los mensajes de correo electrónico enviados a las direcciones que se publican.

La prospectiva que queremos ofrecer tiene como mayor condicionante la decisión de los profesionales joyeros cordobeses, y de sus representantes, para aflorar su actividad tanto como sea posible, reclamando ayudas realmente útiles en la Unión Europea, especialmente en los programas dedicados a la innovación tecnológica de la DG XIII y fórmulas como la EUREKA e IBEROEKA canalizadas a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), así como de resultados aprovechables en proyectos nacionales con centros de investigación y universidades. En este sentido hemos invitado a algunos expertos a asesorarnos en la propuesta para el V Programa Marco de la Unión Europea para desarrollar tecnologías de interés gemológico y joyero para la identificación y codificación de piezas, y para promover el comercio electrónico que como borrador de trabajo está en http://www.cita.es/joyas/proyecto.htm

Además, las relaciones internacionales del sector joyero en Córdoba pueden y deben ampliarse y mejorarse, tanto para su exportación a países con alta renta per capita y gusto por la joya de calidad (EEUU, Suiza, Japón, Países Bajos, Escandinavia, etc), como con suministradores que puedan aportar elementos y conocimientos, o materias primas de las que se carece actualmente en Córdoba. Así, las relaciones con profesionales establecidos en centros gemológicos y joyeros, como el de Amberes por una parte, y con países con minas de piedras preciosas, pueden suponer un importante avande para la industria más importante de Córdoba.

Nuestra empresa está muy dispuesta a trabajar en beneficio y por el futuro de la industria joyera cordobesa, y para ello, aquí y ahora, lo mejor que puede ofrecer son singulares rubíes con "efecto estrella" expuestos en http://www.cita.es/estrella así como mineral para ser tratado y tallado como el expuesto en http://www.cita.es/Vietnam/index.htm y lo que consideramos que es mucho más importante a medio y largo plazo: el acuerdo firmado el 14 de noviembre de 1998 en Hanoi entre nuestra empresa Cooperación Internacional en Tecnologías Avanzadas (C.I.T.A.) SL y Vietnam National Gems and Gold Corporation (VIGEGO), expuesto en http://www.cita.es/Vietnam/acuerdo.htm

En Madrid, enero de 1999.
 

Miguel Angel Gallardo Ortiz, Ingeniero de Minas (UPM), Criminologo (UCM) y Perito Judicial 
Cooperación Internacional en Tecnologías Avanzadas (C.I.T.A.) SL 
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