Teniendo en cuenta que en numerosas y diversas páginas de www.cita.es puede obtenerse mucha información sobre nuestras actividades empresariales, y también sobre Miguel Ángel Gallardo Ortiz es lógico, correcto y educado que pidamos alguna información sobre quién, y en nombre de qué o de quién, desea algo de nosotros. No cuesta nada presentarse, dar un teléfono de contacto, un horario preferente para hablar tranquilamente (nosotros preferimos recibir llamadas de desconocidos a las 9 de la mañana o a las 16:00 cuando no estamos ocupados a esas horas en cuyo caso ofrecemos otras y no tenemos ningún problema en hablar sábados, domingos o festivos), unas preferencias de educado protocolo para relacionarse correctamente con nosotros. En muchas ocasiones la cortesía y la educación abren muchas más puertas que el dinero, y en todo caso, las abren mejor. Un buen saludo garantiza unos minutos al teléfono que pueden ser suficientes para mover el mundo.
Precisamente porque nos interesa conocer bien y ser bien conocidos, queremos evitar los principales problemas que hemos encontrado para relacionarnos con quienes han llegado a nosotros por una búsqueda o referencia en Internet. Tenga en cuenta que yo tengo correo electrónico desde 1986, y que han sido miles las amistades electrónicas que he cultivado desde hace ya casi 20 años. No estoy muy seguro de qué es necesario para hacer íntimos amigos, excelentes clientes, buenos proveedores o contactos útiles en esta selva de electrones, pero sí que sé que hay algunos riesgos que deben ser evitados mediante algunos consejos, y entre ellos, los siguientes:
CUANDO HABLEMOS NO PRESUPONGA NADA, POR FAVOR. Ni los autores de libros, ni los autores de páginas en Internet, podemos recordar exactamente todo lo que escribimos, y menos aún si no se nos dice exactamente en qué página está lo que se pretende que recordemos (aquí ya hay más de 400 de las que me hago razonablemente responsable). Intente ponerse en mi lugar, y refresque mi memoria recordándome lo que he dicho en algún lugar de www.cita.es por el que esté Vd. interesado. Tenga en cuenta que algunas páginas se publicaron en 1996 (e incluso pude haberlas escrito mucho antes) y el mundo y yo hemos cambiado mucho desde entonces. Además, yo reconozco que soy de los que puede cambiar, y de hecho cambio de opinión, por lo que es posible, legítimo, y yo diría que incluso forma parte de la sabiduría a la que todos debemos aspirar, el haber reconsiderado alguna de las cosas que he publicado en algún momento. No pretendo tener la última palabra en nada, y me molesta profundamente que alguien crea que sí lo he pretendido, porque además de no ser cierto, probablemente él si que pretenda tener la última palabra y yo prefiero no conocer a gente así.
PRESÉNTESE o yo tendré las mismas sospechas que Vd. tendrá ante quien le llama o le escribe sin identificarse y dar algunas referencias. En Internet hay auténticos francotiradores sociales que se creen con derecho a todo, y obligación de nada, ni siquiera de ser mínimamente edudados. En algunos casos, empiezan una conversación exigiendo responsabilidades por opiniones o datos que han sacado de contexto, o que son completamente ajenos a quien los publica (yo recuerdo a un indeseable que en la primera y última conversación que mantuve con él parecía que había leído todo lo que yo había escrito y lo había entendido todo completamente al revés). A veces son resentidos, otras estafadores, y en el mejor de los casos, auténticos "ladrones de tiempo" que generan confusión, irritación y fatiga sin tomarse la más mínima molestia por saber si la persona a la que se dirigen tiene alguna responsabilidad, o algún interés, en su inacabable problema. En estos casos, en los que no suele presentarse el agresor electrónico o telefónico, estamos preparando un procedimiento especial que nos reservamos (como los buenos trucos de magia, que no se pueden contar nunca, procuramos que quien vaya a por lana, intentando robarla, salga bien transquilado).
CONCRETE, por favor, lo que pide y lo que ofrece. Tal vez haya que pasar horas discutiendo los detalles o las condiciones, pero si no sabemos porqué o para qué nos llama o nos escribe, difícilmente podremos ayudarle. Si quiere nuestros servicios profesionales o alguno de nuestros artículos en venta que suministramos competitivamente intente ser preciso y conciso. Si lo que desea es ofrecer sus productos, servicios o derechos, le recomendamos leer detenidamente nuestro " catálogo inverso ", es decir, lo que estamos dispuestos a comprar , publicado en http://www.cita.es/compramos
Si Vd. desea una cita, entrevista o encuentro , le rogamos que tenga en cuenta el valor de nuestro tiempo y también que no podemos comprometernos con todo el que pretende visitarnos, o que le visitemos. Como nuestro trabajo es principalmente de valoración, peritación, investigación y consultoría, aceptar una visita suele ser un trastorno porque nuestro despacho profesional suele estar desbordado con todo tipo de aparatos y sistemas, documentos y libros (de los que nos cuestan amigos cuando cometemos el error de prestarlos que preferimos evitar a toda costa). Por este motivo, a quien quiere vernos preferimos citarle en algún agradable café u hotel próximo porque sólo en caso de que sea necesario aceptamos su visita. Por el contrario, estamos dispuestos a desplazarnos a donde haga falta, incluso a las antípodas en Nueva Zelanda, para ver urgentemente a quien nos necesita. Los detalles y condciones para que yo me desplace a verle donde Vd. me indique están publicados en http://www.cita.es/visita
Datos de contacto:
Miguel Ángel Gallardo Ortiz , E-mail: miguel@cita.es
www.cita.es Apartado Postal 17083 - 28080 Madrid España (Spain)
Tel.: 914743809, Fax: 902998379, Móvil: 619776475 (atención permanente)
