Carta abierta para la Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona

Por Miguel Ángel Gallardo Ortiz, Ingeniero de Minas en www.cita.es/agua

 

Apreciada Ministra, estoy leyendo y releyendo tu artículo publicado hoy con el título “Sequía: una oportunidad para una política más inteligente y más sostenible”. Y cuanto más lo leo, más me preocupa el final en el dices, literalmente “Es imprescindible el máximo consenso, por ejemplo, para ir incorporando gradualmente a los precios del agua sus verdaderos costes -tal como exige Bruselas para el 2010-, algo necesario para garantizar, en serio, el uso racional del agua”. Quiero darte un aviso, en serio.

 

Ministra, como sabes, desde hace años estudio pericialmente conflictos hidrológicos, especialmente por cuanto se puede conocer de procedimientos judiciales en los que el agua es el bien jurídico a proteger, pero que, como sabes mucho mejor que yo, nadie protege eficazmente en ningún juzgado o tribunal de España (no, Cristina, no me digas que para eso está el Ministerio Público, porque también sabes que eso es una ingenuidad impropia de una Ministra como tú). Yo recuerdo muy bien tu magnífico discurso en el Ateneo, a finales de 2001, en el que me ganaste sin discutir al reconocer públicamente que lo peor para tu difícil política de oposición, en el seno de tu propio partido, era tener que afrontar chantajes políticos de munícipes socialistas que, pretendiendo proteger unos puestos de trabajo (y muchos sólo defendiendo unos ingresos económicos a veces demasiado directos a sus propios bolsillos), aceptaban, encubrían e incluso protegían a contaminadores dolosos, y muy perjudiciales, para pozos y grandes acuíferos.

 

Ahora eres Ministra, y no sé lo que queda de aquel discurso, y de tus ideas conscientes de las presiones internas, pero no me gusta lo que veo en tu Ministerio, y menos aún me gusta lo que quisiera ver y no veo. Recuerdo algunas expresiones tuyas muy críticas hacia las Confederaciones Hidrográficas, por su megalómana tendencia corporativa hacia la gran obra pública. Lo que no sé es lo que opinas ahora de los procedimientos judiciales que pierden expedientes importantísimos para evidenciar lo que realmente ocurre en las Confederaciones Hidrográficas. Como estoy seguro se tú sabes, el Juzgado de Instrucción número 6 de Orihuela, actualmente convertido en el número 1 de Lo Penal, ordenó remitir el extenso sumario, (compuesto por más de diez tomos con miles de folios en el que fueron imputados el ex presidente de la Confederación Hidrográfica, el ex comisario de Aguas y once empresas), a la Sección 7ª de la Audiencia de Alicante, con sede en Elche, y se perdió durante mucho tiempo. De los fiscales de Alicante y Murcia, mejor no hablar, porque si lo hago, alguien va a tener que querellarse contra mí o investigar profundamente (tal vez fuera bueno que se hicieran las dos cosas al mismo tiempo, por lo que pensándolo bien, aquí mismo llamo a todos esos fiscales “inútiles, perezosos, pasivamente corruptos, indecentes, indeseables e inmorales” para que me den la oportunidad de probar que lo son por la directa aplicación del artículo 810 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal).

 

Pero volviendo a tus propias palabras, te diré que confirman mis peores temores sobre lo que se prepara en tu Ministerio. Si vas a modificar la economía del agua en función de sus costes, seguro que con muy buena intención, lo que te pronostico será una guerra económica por el agua en la que ganarán más los que más tienen. Muy probablemente, vas a contribuir a generar un negocio feroz, como sabes que hay en Chile, aunque alguna empresa española se beneficie en esa selva hidrológica. Recuerdo la frase de un destacado dirigente de tu propio partido que proponía llevar el dinero a donde está el agua, en lugar de trasvasar el agua a donde está el dinero. Por favor, procura que los que tienen más dinero no se lleven todo el agua, o nos moriremos de sed, de infecciones y enfermedades (los posos de los pantanos casi vacíos que vamos a bebernos este verano tendrán gravísimas consecuencias epidemiológicas que me temo que a nadie preocupan todavía), o simplemente, de miseria, de esa miseria que siempre dejan los especuladores a su paso por cualquier sector (Internet, telefonía, fármacos, vivienda y urbanismo, etc).

 

Sabemos quién puede perder con una privatización liberal del agua, porque todos los que no podamos reaccionar, perderemos seguro. Pero te pido una reflexión sobre quién va a ganar más con lo que me temo que tú pretendes. Fíjate bien en quién puede ejercer los nuevos derechos hidrológicos que van a generar las medidas que me temo que preparas. Apuesto a que vas a encontrar a muy pocos obreros, no sé si a algún socialista (es difícil definir, dividir y diferenciar los que lo son de los que no lo son investigando en los registros de la propiedad y en el catastro), pero seguro que te vas a encontrar con terratenientes que nunca han producido nada en sus propiedades (cotos de caza, latifundios y terrenos completamente abandonados que probablemente empiecen a valer mucho más por lo que, insisto, me temo que tú preparas en tu Ministerio liberalizando la explotación de aguas subterráneas y cuencas privilegiadas, para los más privilegiados).

 

Dice un proverbio Samurai que antes de pedir comida, hay que limpiarse los dientes de la anterior. Si me lo permites, quiero interpretar para ti esa sabiduría oriental pidiéndote que antes de permitir la especulación feroz sobre los derechos del agua, hagas una buena limpia desde tu propio Ministerio. No podemos confiar en que los mismos que adoraban el becerro de oro de los faraones del Plan Hidrológico sean los que tengan la oportunidad de arbitrar y resolver los inevitables conflictos administrativos, y entre particulares (no hace falta saber mucha hidrología forense para adivinar lo que va a pasar con el nivel freático y los acuíferos en las lindes que delimitan propiedades de gran interés hidrológico, en las que los chupones van a succionar y a contaminar más y más si pueden ganar dinero con ello). Creo que deberías investigar un poco más en los intereses que tienen tus asesores y los altos funcionarios que, pase lo que pase, siempre van a saber antes que otros ciudadanos por dónde y cómo se podrá ganar dinero con el agua, antes o después del 2010. Temo que vas a encontrar mojado a algún Roldán (con el que tampoco quisiera querellarme, aunque no renuncio a utilizarle como paradigma de lo que preveo que va a prosperar en algunas Confederaciones Hidrográficas, como la del Segura, como bien saben ya varios jueces, sin que pase lo que debe pasar, todavía).

 

Estoy seguro de que este mensaje va a llegarte de alguna manera. Pero si hay algo que no entiendes, me gustaría explicártelo personalmente, preferentemente en presencia de los máximos responsables del SEPRONA de Valencia, Alicante y Murcia, porque apuesto a que algún Guardia Civil sabe que me he quedado muy corto con este aviso.

 

Como siempre, apreciada Ministra, quedo a tu entera disposición, permanentemente, con mi mejor y más atento saludo, en Madrid, a 28 de mayo de 2005.

 

Miguel Ángel Gallardo Ortiz, Ingeniero de Minas en www.cita.es/agua

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Esta carta está en http://www.cita.es/agua/ministra.htm y puede ser publicada en la sección de “Cartas al Director”, y el autor está muy abierto a propuestas, sugerencias, e intercambios de información con medios de comunicación y periodistas interesados por la “Hidrología Forense” planteada en http://www.cita.es/agua