Estadísticas
policiales
Artículo publicado en EL MUNDO
Domingo, 22 de febrero de 2004. Año XV. Número: 5.189.
SEGURIDAD /
ESTADISTICAS FALSEADAS
COMO
LA POLICIA OCULTA DELITOS
EL INSPECTOR JEFE López Otero demuestra algo que los sindicatos
han denunciado históricamente: en las comisarías españolas
se ignoran delitos para cumplir los objetivos, recibir sobresueldos y contribuir
a una falsa sensación de seguridad ciudadana. Así consigue
Interior «olvidar» un 76% de los asesinatos que investiga la
Fiscalía. Para probarlo, López Otero tuvo que «robar»
documentos y grabar ilegalmente a sus superiores jugándose el puesto
JOSEFA PAREDES ANIBAL MALVAR
A vuestro primo lo van a crujir». En argot policial, crujir: acabar
con alguien, en sentido figurado o literal. El comisario va pasando las
fotocopias con una sonrisa irónica en la boca y otra asombrada en
los ojos. «Joder. ¿Y este tío ha tenido los cojones
de daros esto?». Se trata de partes de denuncia -presuntamente- falsificados
por la propia policía, con anotaciones manuscritas de los responsables
de una comisaría urbana pequeña, lluviosa y tranquila. También
hay transcripciones de grabaciones ilegales.
-¿Grababa a los jefes sin que ellos lo supieran?
-Eso parece, ¿no?
-Lo van a crujir -insiste.
Desde hace muchos años, los sindicatos policiales vienen denunciando
la sistemática manipulación de los datos estadísticos
sobre delincuencia que salen de las comisarías y acaban alimentando
los triunfalistas balances que los sucesivos ministros de Interior airean
anualmente para tranquilidad de la ciudadanía. Del electorado. Esta
práctica fraudulenta, matizan, se exacerba cuando España huele
a urna.Pero nunca hay pruebas.
Para que las haya, un policía ha de traicionar a sus propios compañeros
y superiores. Robar papeles. Arriesgarse a afrontar un proceso legal por
infidelidad en la custodia de documentos y, si no consigue apoyos testificales
entre los compañeros, denuncia falsa.
Eso es exactamente a lo que se enfrenta Juan Manuel López Otero,
50 años, inspector jefe de la comisaría de Santiago de Compostela
adscrito al departamento de estadística. Y, según el comisario
madrileño que interpretó los documentos robados para CRONICA,
y que prefiere permanecer en el anonimato, la razón por la que «le
van a crujir». Difícilmente se admitirán como pruebas
unas grabaciones realizadas sin consentimiento, por ejemplo, de su entonces
comisario jefe, Felisindo Plaza:
JM.- Vamos al contencioso, si quiere. Y ahí lo aclaramos todo.
FP.- ¡Pero qué contencioso ni qué hostias! Esto son
trapos sucios y se lavan en esta casa.
Pero los «trapos sucios» a los que aludía Felisindo
Plaza en esta grabación ilegal emergen del propio choque de mareas
estadísticas.En 2001, mientras el Ministerio del Interior reconocía
1.976.405 delitos y faltas, la Fiscalía General del Estado abría
4.737.173 causas penales. Es decir, los juzgados españoles tramitaron
ese año un 239,7% de denuncias más que las reconocidas en
las autocomplacientes estadísticas presentadas por el Gobierno español.
José Miguel Ayllón Camacho, abogado penalista y presidente
de la Asociación Nacional de Víctimas de Delitos Violentos
(ANVDV), recuerda que en el salón de este baile de estadísticas
danzan nada menos que 1.000 muertos anuales: si Interior reconoció
1.294 homicidios en 2002, la Fiscalía General del Estado investigó
2.289 muertes en el mismo año. Un 76% de los cadáveres se
quedó, por tanto, flotando en el limbo estadístico.
«SISTEMA PERVERSO»
«La situación actual es peor que la de 1988, pero los responsables
políticos de Interior no cejan en su empeño y hasta 2002 han
insistido en que la delincuencia disminuye y que España es uno de
los países más seguros de Europa. Pues no dicen la verdad.España
terminó el siglo XX y comenzó el siglo XXI con uno de los
índices de delincuencia más altos de la UE, superando incluso
a Francia, donde el problema de la
criminalidad
es muy grave y, de hecho, es motivo de un gran debate nacional. Si en
el año 2001 en España se contabilizaron 4.737.137 infracciones
penales, en el país vecino fueron 4.061.792, y recordemos que Francia
tiene 18 millones de habitantes más que España y es visitada
por más turistas que nuestro país», escribía
en 2002 Mauricio Moya, abogado y criminólogo, con 30 años
de servicio policial y 14 como comisario, en su libro Los laberintos de
la reciente historia de la policía (Ed. SUP, octubre de 2002).
La
manipulación estadística
tiene su origen en lo que los sindicatos califican de «sistema perverso»
de gratificaciones policiales.Interior establece una serie de objetivos
para cada comisaría que, en caso de ser cumplidos, suponen 180 euros
adicionales cada trimestre para los agentes de base (cuyo sueldo mensual
ronda los 1.100 euros) y hasta 600 euros para los comisarios (con ingresos
mensuales medios de 2.500 euros).
Por ejemplo, Juan Manuel López Otero, cuando denunció las
irregularidades estadísticas
de la comisaría de Santiago, llegó a recibir 447 euros netos
en concepto de productividad trimestral sobre un sueldo de 1.953,78 como
jefe de grupo.
En el escrito de su demanda, López Otero explicita, entre otros,
«los siguientes procedimientos para
falsear estadísticas
: con un número de atestado, incluir varias denuncias de similares
características; no remitir todos los atestados al juzgado; variar
la calificación con el fin de disminuir un determinado hecho, por
ejemplo, hurto sin más, evitando el hurto carterista; atestados de
la Policía Local que se tramitaban como sin infracción; dar
por esclarecidos hechos que no estaban y, lo que es más grave,
acusaban a ciudadanos de delitos de los que no tenían ni la mínima
prueba inculpatoria
».
A Juan Manuel López le podrán acusar de intromisión
ilegítima por grabar varias conversaciones sobre estas prácticas
con uno de los jefes de grupo de los Módulos Integrales de Proximidad
(MIP).
JM.- Cuántas veces los MIP dan por esclarecidos 10 o 12 hechos de
una sola tacada siendo falsos. Porque tú sabes que es falso.
JEFE.- Sí, sí, sí...
JM.- Porque, además, llegan aquí donde estoy yo y mi respuesta
es que yo no se lo doy por esclarecido. ¿Y cuál es el siguiente
paso? Van a llorar al jefe. Y el jefe dice: «Esclarecido. Por mis
cojones». Y tú sabes igual que yo que eso es mentira.
JEFE.- Claro.
JM.- Prefiero no vivir tan bien. Es que estoy a disgusto. A mí no
me importa volver a pisar la calle.
JEFE (expone, espontáneamente otro ejemplo).- [Hubo] Un atropello
y les dan una placa de matrícula. Un testigo lo vio, [pero] está
sin identificar el testigo. ¡Es un testigo anónimo! Les da
una placa de matrícula. La cogen. ¡Hala, a tomar por el culo!
La propietaria [del vehículo] es fulana de tal. Hacía dos
años que la tía había vendido el coche y tenía
una transferencia. Pero el que lo compró era una casa de vehículos.
Pues esclarecido: fulana de tal.
CRONICA quiso comprobar de primera mano la veracidad de los papeles despistados
por Juan Manuel López. Entre otras personas, contactó con
María Teresa R.A., propietaria de una cafetería y denunciante
en el atestado 3.665 de fecha 27 de agosto de 2001.
La noche anterior habían intentado forzar el cierre de su establecimiento
con una palanca, sin conseguirlo pero provocando daños por valor
de 1.200 euros según la factura del seguro consultada por la propietaria.
El expediente fue resuelto como falta, cuando todo robo de estas características,
sea consumado o en grado de tentativa, debe ser registrado como delito.
Sólo se consideran faltas los hurtos cuya cuantía no supera
los 300 euros.
VIOLAR DERECHOS
Las irregularidades de la comisaría denunciadas por Juan Manuel
López no se ciñen sólo a la manipulación estadística.
También existen evidencias de prácticas que conculcan los
derechos constitucionales de los detenidos. Entre otras perlas que obran
en poder de este diario, la orden 844 de 16 de julio de 2001 en la que el
comisario Felisindo Plaza señala: «A partir del día de
hoy, todos los detenidos que se presenten en la oficina de denuncias, mayores
de edad, delincuentes habituales contra la propiedad, serán traspasados
al MIP correspondiente, cuyos responsables, cuando sea fin de semana, lo
pasarán a disposición judicial el lunes a primera hora de la
mañana».
Para el policía, abogado y criminalista Mauricio Moya, esta orden
induce a los agentes a cometer detenciones ilegales, y conculca el artículo
17 de la Constitución: «La detención preventiva no podrá
durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización
de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos».
Y, el dos de septiembre de 2000, el entonces inspector jefe Manuel de la
Barcia redactaba otra orden dirigida a la oficina de denuncias para que
«a partir de la fecha, todas las denuncias que no pertenezcan a la
demarcación (...) no se tramitarán, y a los denunciantes se
les dice que denuncien en el lugar donde ha ocurrido el hecho, ya sea comisaría
de policía o Guardia Civil».
«Se trata de una práctica muy extendida», señala
Moya. «Las instrucciones de la Secretaría de Estado de Seguridad
indican que el ciudadano puede denunciar donde le dé la gana».
Pero es, estadísticamente, rentable: en muchas ocasiones el denunciante
desiste de regresar a los lugares donde se produjo el delito.
Sindicatos, policías y penalistas consultados señalan que
la propia estadística del Ministerio del Interior correspondiente a
los delitos cometidos en 2003 evidencia la
sistemática manipulación de datos
: por primera vez en España y en cualquier país de la Unión
Europea, el número de faltas contabilizadas supera al de delitos
(1.047.863 frente a 955.804). En los juzgados, el ratio es de cuatro a uno
a favor de los delitos, afirma el penalista José Miguel Ayllón.
Pero los datos de la comisaría de Santiago ya ofrecían esta
evidencia desde hacía años. En 2001, 1.967 faltas frente a
1.748 delitos; al año siguiente, 2.126 frente a 1.787.
La Asociación Nacional de Víctimas de Delitos Violentos,
que Ayllón preside, resume así la raíz del problema:
«Está haciendo mucho mal para conocer la realidad del estado
de la delincuencia en España que a la policía se la incentive
en su salario por objetivos cumplidos y éstos, a su vez, se basen
en estadísticas.Basta calificar un delito como falta para afectar
a las estadísticas y al sueldo».
El comisario Felisindo Plaza acabó dimitiendo, cercado por las denuncias
judiciales del inspector jefe y por un visible incremento del vandalismo
en la ciudad que salpicaba sus impecables
estadísticas
. Pero las acusaciones por presunto fraude terminaron archivadas.
EXPEDIENTADO
Y la tortilla judicial se dio la vuelta. López Otero apareció
como imputado por sendos delitos de
denuncia falsa
e infidelidad en la custodia de documentos. Pero insistió en su
denuncia con nuevas pruebas el 15 de enero de 2003. Unos 10 días después,
recibía una llamada del jefe superior de Policía de Galicia,
Avelino de Francisco. Ya había cambiado de arma: en la sobaquera
ya no estaba el hierro, ahora sudaba pólvora la grabadora.
AF.- Efectivamente, tú me estás demostrando que eso ha sido
un problema particular de él [Felisindo Plaza], pero no me metas
a mí en ese circo (...).
JM.- ¿Y, entonces, qué voy a hacer? ¿Qué piensa?
¿Que yo voy a a encubrir otra vez delitos?
AF.- Pero vamos a ver...
JM.- Antes o después lo voy a sacar. Ya han estado detrás
mía y he estado calladito. Ya he llegado al límite. Estoy cansado.
Estoy aburrido. Estoy harto de ser honrado, coño. Y de esta puñetera
policía. Aquí ser honrado es ser perseguido.
AF.- Vamos a ver...
JM.- Dígame.
AF.- Yo le doy toda la razón del mundo, tienes toda la razón
del mundo, pero...
JM.- Sí, claro. Usted me da la razón, pero me la da verbal.
A mí me están jodiendo, me han abierto dos expedientes...
A pesar de las amenazas que, asegura, recibió, nunca llegaron a
suspenderle de empleo y sueldo. Pero ya lleva cerca de 24 meses de baja
y, asegura, no se siente policía. En la actualidad, no trabaja a
causa de una «ansiedad depresiva por causas exógenas».El
jueves pasado, un coche de la policía aparcó frente a su domicilio.La
naturaleza del parte médico que justifica su actual baja recomendaba
que entregara las armas. Ha recibido llamadas amenazantes. Y alguna carta
de compañeros que le advierten de los peligros a los que se enfrenta
si sigue adelante con sus denuncias. Lleva dos meses sin cobrar: «Es
otra forma de presión. Retienen las firmas y no me pagan».
Santiago Nogueira, abogado de López Otero, confía ahora en
que las grabaciones sean aceptadas como prueba y no reviertan en una acusación
por intromisión ilegítima contra su defendido.Es, quizá,
la última arma del policía. Si mojan la pólvora, le
van a crujir.
Pie de foto titulada
ASUNTOS INTERNOS. Juan Manuel López Otero, 50 años y 29 ejerciendo
como policía, frente a la comisaría de Santiago, en cuyo
gabinete estadístico
trabajaba. Ahora sabe que no volverá.
Pies de ilustraciones
DELITOS O FALTAS
La primera manipulación consiste en convertir delitos en faltas.Por
ejemplo, cualquier robo con daños en una propiedad, incluso frustrado,
es delito, y en la comisaría es sistemáticamente archivado
como falta. De esta forma, la atmósfera de inseguridad se despeja
ante el ciudadano.
DISUASION
En las comisarías, cuando es posible, se tiende a disuadir al denunciante.
Si en un robo o hurto la víctima no ha visto al delincuente, el policía
archive la denuncia como pérdida. Esto es habitual en los aeropuertos.
Cuando el delito ha sido cometido en otro distrito, se envía al denunciante
allí, y se le desanima.
UNIR DENUNCIAS
Un robo con agresión obliga a la policía a denunciar dos
delitos disferentes. Sin embargo, en las comisarías españolas
es habitual que ambos se registren estadísticamente como uno sólo.
Muchas veces esto se hace ocultándole al denunciante la omisión.
DELITOS «NEGROS»
Puede ser la gran laguna de la
estadística
policial
. Los inmigrantes, sobre todo los ilegales, no denuncian jamás.
Los legales, por razones sociológicas obvias, también tienen
tendencia a evitar todo contacto con las fuerzas del orden a no ser que
sea estrictamente necesario.
OBVIAR HECHOS
Los robos, dependiendo de varias circunstancias como la cuantía
(hasta 300 euros) o el método empleado (sea un carterista o un navajero),
pueden ser definidos como meros hurtos o como delitos.La tendencia es a
englobar todos los posibles en el primer grupo, minimizarlos.
PROXIMIDAD
Cuando dos delitos son cometidos en la misma zona geográfica, se
incluyen en la misma denuncia. Esto puede, incluso, animar a los investigadores
a achacar estos diversos delitos a una persona por el hecho de que se hayan
obtenido pruebas de la comisión de uno de ellos.
Fin de la cita de EL MUNDO
ANTECEDENTES publicados sobre las
estadísticas
policiales fraudulentas
:
EL PAIS, Pág. 3
Domingo, 02/05/1999
Autor: F. J. B
Destituido el comisario de Alcobendas por un
fraude estadístico
Madrid El comisario de Alcobendas (83.000 habitantes), José Luis
Requena, ha
sido destituido por la Dirección General de la Policía por
un supuesto fraude en
las estadísticas
que se realizan para comprobar la eficacia del llamado Programa
2000, según confirmó ayer un portavoz de la Jefatura Superior
de Policía de
Madrid.
El cese, según publicó ayer Diario 16, tiene su origen en
una investigación del
Ministerio del Interior abierta después de detectarse
fraudes en las
estadísticas de las denuncias
. Es decir, las cifras se habían maquillado, de
forma que el número de delitos resueltos era mayor que el de casos
denunciados.
Según la Dirección General de la Policía, el número
de delitos en la región (el
plan se aplica en 15 comisarías con 2.000 funcionarios) se redujo
un 14% en los
dos primeros meses del año, fecha en la que se implantó el
Programa 2000.
Este se centra en la reducción de los seis delitos que generan mayor
inseguridad
ciudadana: robos en coches, sustracciones de vehículos, robos en
inmuebles,
tirones, tráfico de drogas y gamberrismo. Su aplicación supondrá
una inversión
de 10.000 millones en tres años.
Este periódico intentó, sin éxito, recabar la versión
del comisario de
Alcobendas.
Europa Press, Lunes, 26/04/2004
ANDALUCIA .- Málaga .- La CEP asegura que las críticas contra
el inspector jefe
de la Policía Nacional de Ronda son 'falsas'
La Confederación Española de Policía (CEP) calificó
hoy de "falsas" las
críticas contra el inspector jefe de la Comisaría de Ronda
(Málaga), José Luis
Delgado, por un supuesto trato dictatorial y acoso moral a parte de los
funcionarios.
En este sentido, desde el sindicato consideraron de forma "muy positiva"
la
forma de trabajo que se ha establecido por parte del responsable policial,
lo
que, según indicaron, "está avalado por la reducción
de las cifras de
delincuencia en la ciudad".
La CEP, tras la concentración de protesta realizada la pasada semana,
se volvió
a reafirmar en el comunicado que emitió tras las primeras declaraciones
públicas
de los responsables del Sindicato Unificado de Policías (SUP) y la
Unión Federal
de Policía (UFP). Así, reiteraron que el inspector jefe en
todo momento ha
tenido "un talante democrático" con los integrantes de la plantilla.
Además, desde el sindicato señalaron que "sin un buen ambiente
de trabajo habría
sido imposible el conseguir unos resultados tan buenos en la reducción
de los
índices de delincuencia en la ciudad" y precisaron que Delgado es
"un ejemplo a
seguir, ya que en todo momento ha estado integrado en el colectivo policial".
Finalmente, opinaron que una prueba del reconocimiento de la plantilla hacia
su
trabajo es que los cuatro sindicatos existentes le propusieron para que le
fuese
concedida la Cruz del Mérito Policial con distintivo rojo, aunque
desde el SUP y
la UFP se calificó como un "error" el haber tomado aquella decisión.
LAS CRITICAS
Mientras que la Confederación apoya al mando policial, tanto el SUP
como el UFP
volvieron a denunciar, tras una concentración de protesta celebrada
en las
puertas de las instalaciones policiales, que Delgado "está favoreciendo
la
división dentro de la plantilla" de la Policía Nacional.
A este respecto, los dos sindicatos insisten en su petición de dimisión
o
destitución y aseguran que continuará realizando acciones de
protesta hasta
lograr sus objetivos, si es que Delgado "no rectifica en su actitud", según
aseguró el secretario provincial del SUP, Manuel Beain.
Según este representante sindical, el inspector jefe "se ha dedicado
a formar
grupos estanco con los funcionarios no uniformados, en detrimento del resto
de
policías".
Para este sindicato, todo surge a raíz del de un reparto en las vacaciones,
algo
que finalmente se habría realizado como indicaba una circular interna,
tras la
intervención del sindicato, y no como pretendía el responsable
policial.
A partir de ese momento, el SUP asegura que Delgado habría utilizado
la
productividad de forma arbitraria para compensar a los funcionarios "amigos",
asegurando que aquellos que han discrepado han perdido este concepto de
remuneración.
De igual modo, desde el
SUP y la UFP
se mantiene que se han "manipulado" las
estadísticas sobre la delincuencia
en la ciudad para engrandecer los resultados
de la Comisaría.
Además, estos sindicatos han indicado que los insultos y las descalificaciones
personales hacia algunos funcionarios "es algo habitual", por lo que aseguran
que hay un investigación interna abierta.
Comentarios: Nuestra prioridad se centra en el
DERECHO ESTADÍSTICO y la
ESTADÍSTICA FORENSE
según puede verse en
http://www.cita.es/apuntes
Ofrecemos algunas referencias de programas
estadísticos gratuitos
en
http://www.cita.es/estacita
Hemos publicado una desenfadada introducción a la
estadística para PCs
, definiendo
conceptos estadísticos
esenciales (
regresiones lineales
,
series temporales
, etc) en
http://www.cita.es/ESTACITA.pdf
Recomendamos la interpretación de las
Estadísticas policiales
desde la perspectiva
estadística
forense crítica
expuesta en
http://www.cita.es/apuntes
Ing.
Miguel Ángel Gallardo
Ortiz
, E-mail:
miguel@cita.es
Apartado (P.O. Box) 17083, E-28080 Madrid, Spain
Tel: 914743809 Fax: 902998379 Móvil: 619776475
Ver
DERECHO ESTADÍSTICO
y
ESTADÍSTICA FORENSE
en
http://www.cita.es/apuntes